La delegada del área de Cultura del Ayuntamiento de Valencia, Glòria Tello, aseguró ayer que hay que pensar «si vale la pena rehacer» el proyecto de la plaza de l'Almoina de la ciudad (que incluye una lámina de agua) que «no fue pensado para respetar el patrimonio». De hecho, comentó que su mantenimiento genera un importante gasto a la corporación municipal y las ruinas «están sufriendo».

La edil de Compromís, que realizó estas declaraciones tras participar en la presentación del festival Serenates, señaló que l'Almoina es «uno de los grandes temas» que su equipo se ha «encontrado» al acceder a la Concejalía. Tello agregó que hay una fuente «que se hizo mal desde el primer momento y que genera muchísimos problemas y un gasto muy grande al ayuntamiento porque hay que darle un mantenimiento continuo para evitar las filtraciones». Además, la edil del equipo de gobierno apostilló que «las ruinas arqueológicas que hay debajo están sufriendo por condensación del aire y se están perjudicando».

Por ello, Glòria Tello consideró que, más que reparar esa fuente de agua («la mantenemos cada mes y la reparamos cada pocos meses», precisó), «habría que pensar si vale la pena rehacer ese proyecto que no fue pensado respetar el patrimonio». La concejala de Compromís afirmó que esa es una posibilidad que su departamento «tiene en mente» para asumirlo esta legislatura pero matizó que, en estos momento, no existe un proyecto como tal. En este punto, dijo que, en caso de realizarse, supone que no se haría únicamente desde Patrimonio, sino «en consonancia con otras concejalías», como Urbanismo.

El PP anunció en tiempos de Mayrén Beneyto que el estanque de l'Almoina sería sustituido por un lucernario de diseño piramidal para acabar con la filtración de agua y las goteras en el interior del centro arqueológico, un problema que acompañó a este espacio desde su inauguración en 2008. Pero el proyecto no se hizo.