El alcalde de Valencia, Joan Ribó, anunció ayer su disposición a negociar con los vecinos los cambios en la red de bibliotecas de la ciudad. Ante las quejas de al menos cuatro asociaciones por los nuevos horarios y servicios, Ribó ha recordado su predisposición permanente a escuchar a los ciudadanos, a escuchar propuestas y a tomar decisiones, lo que significa que está dispuesto a dar un paso atrás y revisar el borrador inicial.

El plan de bibliotecas del Ayuntamiento de Valencia prevé la reordenación de los 32 centros que hay en la ciudad para crear 1 biblioteca central, 17 principales y 14 agencias de lectura. Y para éstas últimas se prevé una reducción horaria derivada de la preocupante falta de personal que hay en la red, según anunció en su día la concejala de Acción Cultural, María Oliver, que ha preferido esta opción al cierre de algunos centros.

Ante esta situación, sin embargo, al menos cuatro asociaciones de vecinos (Campanar, Torrefiel, El Grao y La Torre), han expresado sus protestas oficialmente, pues entienden que se recorta un servicio fundamental para los ciudadanos. Así mismo, la Federación de Asociación de Vecinos de Valencia incluyó este asunto entre la terna de problemas que han crispado las relaciones con el consistorio. Y Joan Ribó respondió ayer a estas quejas anunciando que se volverá a estudiar el plan.

Según ha explicado María Oliver, la idea es reunirse en las próximas dos semanas y por separado con las cuatro asociaciones que se han quejado y tratar de llegar a acuerdos, cosa que no le parece complicado al menos en la mayoría de los casos.

Peticiones variadas

Oliver recordó que sus quejas vienen esencialmente porque quieren tener más actividades y horario de apertura para los estudiantes, cuestiones que no requieren de personal especializado y que pueden ser asumidas por las propias asociaciones.

Ya en la presentación del plan, Oliver explicó su disposición a hablar con los vecinos para que asumieran de forma voluntaria una ampliación de horarios, todo ello sin hacer, por ejemplo, donación de libros, que es un servicio que requiere de una formación técnica.

Oliver aprovechará estas reuniones para explicar a los vecinos, como ya se ha hecho públicamente, que no se va a cerrar ninguna biblioteca, sino que se van a potenciar las que reunan las condiciones de espacio y personal y se van a mantener, con unos horarios y personal más ajustado, las bibliotecas que no reúna esos requisitos.

Estas bibliotecas o agencias de lectura estarán gestionadas por las bibliotecas principales, que de forma autónoma decidirán sobre las actividades o tiempos de apertura de estos centros secundarios.