Los vecinos de Nazaret vuelven a sufrir los malos olores de la fallida desembocadura del Turia. Como todos los años, cuando aprieta el calor las aguas estancadas de este tramo del antiguo cauce, el último colector al aire libre que queda en la ciudad, genera no pocos problemas de contaminación ambiental y mosquitos difícil de soportar.

El anterior gobierno del PP implantó unos sistemas de oxigenación del agua para evitar los malos olores durante las carreras de la Fórmula 1, pues el Circuit queda justo al otro lado del río, pero una vez extinguidas estas competiciones, no se ha vuelto a poner en marcha ese sistema.

Recientemente, el concejal del Ciclo Integral del Agua, Vicent Sarrià, anunció su intención de reclamar al Gobierno la canalización de este último tramo de colector para evitar precisamente estos olores y permitir la urbanización del entorno, aunque ese proyecto, que incluiría también un ramal del colector hacia Pinedo, supone una inversión de 40 millones de euros.