El sol y la buena temperatura han llenado de vida el nuevo mariposario de l´Oceanogràfic de Valencia. El vuelo de más de 20 especies de mariposas puede ser observado muy de cerca por el público que visita esta nueva y original instalación, recientemente estrenada tras las obras de mejora en el centro. La mariposa Monarca y la Ojo de Búho son algunas de las más populares de esta colección, que en su conjunto representa una de las ofertas de naturaleza más interesantes de la ciudad.

Las mariposas son insectos lepidópteros que atraviesan diferentes fases larvarias en su desarrollo vital. Por el momento, a l´Oceanogràfic llegan en fase de «pupa» o «crisálida», de donde sale la mariposa en menos de 20 días normalmente. Pero se espera que con el paso del tiempo el equipo consiga cerrar el ciclo de vida en las instalaciones del mismo mariposario.

Las crisálidas de varias de estas especies de mariposa se encuentran en exhibición. Penden de un hilo que las atraviesa por su pequeño ovillo de seda, en un tablero junto al nombre de la especie a la que pertenecen, para que el público pueda aprender un poco más acerca de su biología. De este modo, además, se evita que pueda ser devorada por algún otro insecto (una oruga por ejemplo) si se queda colgada en las plantas.

El Mariposario se encuentra situado frente a los leones marinos de la Patagonia, y se puede disfrutar de este bonito paseo entre el vuelo de las mariposas durante los meses de junio a septiembre, por lo que ahora empieza su particular «campaña» de exhibición. El resto del año merece igualmente la pena hacer una parada en los terrarios de la instalación para conocer otras especies como la mantis religiosa o la tarántula.

Para cuidar de las mariposas, el equipo de biólogos tiene una dedicación muy especial, ya que sus necesidades son muy diferentes a las del resto de animales. Se trata de animales delicados y su cuidado ha de ser muy preciso. Deben alimentarse de ciertas plantas o animales específicos que contienen los nutrientes que precisan para su vida.

Además, sus necesidades nutricionales varían a medida que crecen e incluso hay algunas de ellas que solo comen en ciertos momentos del día, lo que hace de su cuidado una labor realmente especializada.

Las mariposas adultas se alimentan del néctar de las flores que habitan también en el mariposario y de fruta que sus cuidadores les proporcionan a diario. Algunas de ellas continuarán incluso su ciclo de vida aquí, depositando los huevos en el envés de las hojas, algo que también se puede observar en la visita a estas instalaciones.