El director general del Consorcio, Vicent Llorens, mantiene su previsión de presentar a finales de este mes o principios de julio la nueva estrategia para la Marina Real Juan Carlos I. Llorens, experto en dinamización comercial de centros urbanos, anuncia una nueva hoja de ruta para el Consorcio basada en la idea de convertir la Marina en una estación náutica. Una actividad principal que se combinará con nuevos espacios de innovación empresarial, repartidos básicamente en las antiguas bases deportivas existentes en el perímetro de la dársena, y con el ocio y la cultura. El próximo martes reabrirá sus puertas el Veles e Vents, reconvertido en espacio cultural, de conciertos y eventos y nuevo punto de referencia gastronómico. La Sucursal y Heineken gestionarán durante los próximos años este edificio de arquitectura singular.

La reapertura del Veles e Vents, un espacio hasta ahora desaprovechado, es una de las grandes apuestas del Consorcio. Sin embargo, está por ver si podrá cobrar los ingresos por el canon que genere. El juez todavía no ha resulto el recurso que presentaron contra el embargo de los ingresos del Consorcio por parte del Banco Santander ante el impago de una póliza de crédito contratada por el Consorcio para las obras de la Copa del América.

Pese a la deuda de cerca de 500 millones de euros (entre obras y productos financieros) que lastra al Consorcio, los nuevos gestores de la marina real siguen adelante con sus planes de reactivación de este enclave estratégico del frente marítimo. Llorens confía en poder licitar antes de verano, y ya con un nuevo Gobierno, el varadero, una de las infraestructuras básicas para convertir a la marina en referente para los dueños de yates. El consorcio tiene sobre la mesa las propuestas de dos empresas para el varadero.

En la nueva estrategia para la Marina Real se concretará el uso para el tinglado 2 del puerto, para el que inicialmente se barajó un mercado «gourmet», un uso que podría sustituirse por el de «espacio para usos colectivos».