El Ayuntamiento de Valencia tuvo que ceder ayer en sus pretensiones de prohibir el 'bou embolat' en la pedanía de Benimàmet, que hoy inicia sus festejos taurinos en una plaza portátil. La peña Amics del Bou ya había recibido la autorización aprobada por José María Ángel Batalla, director General de la Agencia de Seguridad de la Generalitat, por lo que el consistorio no contaba con la base legal para revocar el permiso. Sin embargo, el gobierno tripartito de Compromís, PSPV y València en Comú, se reúne hoy en junta de gobierno para aprobar la prohibición definitiva del 'bou embolat' y el 'bou en corda' a partir del 1 de julio de este año, aunque al cierre de esta edición no había consenso. El PSPV presentará a sus socios una propuesta para aplicar una moratoria hasta el 1 de noviembre, fecha en la que ya habrán finalizado todos los festejos de «bous al carrer» en las pedanías afectadas.

La moratoria hasta el 1 de noviembre de la prohibición de celebrar «bou embolat» sería un punto intermedio entre las distintas sensibilidades del gobierno local. El sector animalista de Compromís encabezado por la concejal Glòria Tello y también el de València en Comú, lograría su propósito, aunque su aplicación se retrasaría unos meses. Por su parte, la regidora de Pedanías, Consol Castillo, calmaría los ánimos entre los alcaldes pedáneos del norte, que se oponen a la prohibición y piden mayor diálogo con los aficionados a los «bous al carrer». Las peñas aseguran que ya tienen comprometidos sus presupuestos para las fiestas de este próximo verano. Además, los pedáneos creen que sería un agravio comparativo que se permita este año el «bou embolat» en Benimàmet y en cambio en las pedanías de Massarrojos, Benifaraig, Borbotó y Carpesa no se dé autorización.

En el PSPV también hay distintas sensibilidades. Desde la abiertamente protaurina del concejal Ramón Vilar a los ediles que comparten la necesidad de prohibir el «bou embolat», pero aplicando un calendario lógico y que evite «tensiones» en las pedanías. Los socialistas creen que una decisión como la de prohibir el «bou embolat» no se puede tomar sin diálogo y proponen el 1 de noviembre como fecha para su entrada en vigor. Eso sí, todos los grupos han coincidido en mantener los «bous al carrer».