Con respeto, pero con un mensaje contundente y sin tregua, la Federación de Peñas Taurinas de la Comunitat Valenciana aseguró ayer que irá a los tribunales en el caso de que finalmente el Ayuntamiento de Valencia prohíba el «bou embolat». Según Vicente Nogueroles, presidente de la entidad, la Fundación Toro de Lidia ya ha iniciado los procesos para personarse contra aquellos consistorios que han decidido acabar con la modalidad más polémica de los «bous al carrer».

Nogueroles explicó que las peñas taurinas están formadas por personas «abiertas y dialogantes», pero tras las últimas noticias aseguran que «la rabia es muy fuerte». Aún así, aseguró, renuncian a volver a manifestarse porque ya demostraron en la anterior convocatoria nacional que son «muchos» y calificaron la protesta como «histórica». La única vía que les queda es la de «tomar acciones judiciales» en las que ya están trabajando.

«Nos negamos a la prohibición y a cualquier tipo de referéndum o consulta porque ni siquiera han venido a consultarnos, ni se han interesado por conocer la fiesta. Es una decisión dictatorial», dijo Nogueroles en relación al anuncio del alcalde Joan Ribó.

Nogueroles también rechazó cualquier tiempo de moratoria sobre la prohibición del toro embolado. «Ni estamos de acuerdo ni es negociable», aseguró.

El presidente de la Federación de Peñas dijo que ellos son los verdaderos «ecologistas» y los que desean «el bienestar del animal», al tiempo que acusó de «crimen contra la ecología» la postura de los antitaurinos «y de Compromís», en una de las múltiples referencias contra la coalición valencianista.

Los peñistas aseguran que por su parte no habrá ningún tipo de incidente en los toros organizados este fin de semana en Benimàmet pero, sin embargo, están preocupados por la acción de los antitaurinos, temor que comparte el diputado del PP en las Corts, Luis Santamaría, que intervino desde el público.

Nogueroles argumentó que el sometimiento al animal en la fiesta del «bou embolat» «es el mismo que el sometimiento que se hace sobre un perro cuando se le lleva atado, o cuando se tiene a un pájaro enjaulado o un pez en un acuario». El máximo representante de las peñas se mostró «muy dolido» con las declaraciones de la concejal de Bienestar Animal Glòria Tello, y también con el alcalde Joan Ribó porque comparó a los taurinos «con la Inquisición, la violencia de género o la ablación».

Por su parte, la Federación de Bous al Carrer ofreció datos referidos a 2015 de la dimensión de la fiesta. «Se celebraron 8.242 festejos, de los que el 40 por ciento correspondieron a suelta de vaquillas y un 28 por ciento al 'bou embolat'», explicó José Antonio Blanco «Blanquet», vicepresidente de la entidad, que recalcó que ninguno de los 1.828 embolados se saldó con acta sancionadora ni denuncias de maltrato animal.