El "agujero de la vergüenza", que lleva varias décadas como una de las principales reivindicaciones del barrio de Orriols, se ha convertido en arte gracias a la acción de Orriols Convive y la artista Rosa Samperio.

Ubicado al final de la calle Agustín Lara, en el muro de una antigua nave que la separa de la calle Baeza, está pendiente de que Desarrollo Urbano acabe con este tapón para el barrio, por el que los vecinos practicaron un agujero para poder pasar de un lado a otro de la calle.

A lo largo de esta primera quincena del mes de junio se ha llevado el taller "Orriols desde una mirada artística". Este proyecto ideado entre la artista Rosa Samperio y la asociación Orriols Convive nacía con la intención de repensar la situación del espacio público del barrio a través de la representación, mediante la práctica artística, de los espacios en situación de abandono o degradación, buscando en estos el potencial que valide estos lugares, infravalorados por su estado, como contenedores de vivencias o relatores de nuevas historias.

El taller se comenzó con una deriva fotográfica por el barrio con el pretexto de "buscar y captar con nuestras cámaras los espacios que se encontrasen en un estado de letargo esperando que algo suceda", explicaron en un comunicado.

Después de una selección de las imágenes estas se comenzaron a trabajar mediante procesos gráficos con la idea de crear un mural colaborativo que sirviese para reforzar el lazo identitario de los vecinos con el espacio y que a la vez enmarcase de nuevo una antigua reivindicación del barrio "el forat de la vergonya" ?, un característico agujero que fue abierto por los vecinos hace 25 años como solución provisoria a la espera de que desde el ayuntamiento se pusiera una solución al paso entre dos calles obstruido por lo que es ahora una ruina, este agujero continúa siendo la única conexión directa entre estas calles.

Al mismo tiempo hemos abierto una iniciativa digital en la página datea.pe con el nombre de #Espacios Que Esperan Orriols con la intención de recoger las localizaciones de los lugares trabajados en el taller. Esta iniciativa permanecerá abierta para todo aquél que quiera acceder a esa información o la quiera ampliar. La exposición de este mural colaborativo se ha desplazado al local de la asociación. Orriols Convive con la intención de que el diálogo con los vecinos continúe.