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Entre acequias

Huerta integradora y multicultural

Un grupo de mujeres inmigrantes cultiva guandúl y patata criolla en la Torre - «Dones Africanes per l´Horta» de Paterna aglutina ya a 20 cooperativistas

Huerta integradora y multicultural

La Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN) de la comunitat Valenciana, integrada por veintitrés entidades sociales que trabajan con diferentes colectivos y realidades de la pobreza, analiza las posibilidades que ofrece la huerta urbana y compartida para la participación y la inclusión social de personas en riesgo de pobreza y exclusión. Lo hace por medio de la actividad «Otras formas de participación: Derecho a la alimentación y alternativas urbanas» celebrada recientemente en la sede de Mambré-Cáritas donde se han presentado cuatro iniciativas que desarrollan cuatro de las entidades que integran la red: «L´Animeta´ de Fundació Nova Feina», «Dones africanes a l´Horta» de Acoec; «Huertas en clave de género» de la Asociación Por Ti Mujer y la Huerta de Mambré-Cáritas que aunque se encuentra en una fase inicial ya está dando sus primeros frutos.

La iniciativa se presentó hace unas semana e incluyó visitas guiadas a estos huertos experimentales.

Los cuatro proyectos comparten los valores sociales, culturales, ecológicos y económicos que proporciona la huerta compartida en los entornos urbanos.

Se trata de diferentes propuestas de recuperación del uso de la tierra en terrenos que no se cultivaban, terrenos abandonados, inertes, cedidos temporalmente por los municipios o los propietarios particulares, algunos de ellos a las puertas de un PAI inminente, otros como resultado de una propuesta de PAI sin éxito. Son en todo caso oportunidades de autoempleo, de autoconsumo, de ocio y participación para personas en diferentes situaciones de vulnerabilidad como jóvenes sin recursos, parados y paradas de larga duración, mujeres inmigrantes y personas con algún tipo de adicciones.

Revitalizar el entorno

Los proyectos han revitalizado el entorno; han conseguido a través de estas huertas comunitarias y sociales recuperar la autoestima de decenas de personas en situación de vulnerabilidad, de pobreza o exclusión; han proporcionado autoaprendizaje, conocimiento sobre el cultivo ecológico y promoción de la salud; han habilitado un espacio de ocio y encuentro para las personas, y posibilitado reducir el precio de la cesta básica a través del autoconsumo de los productos cultivados. Estas experiencias de huerta social, explican sus promotores, han aportado opciones de autoempleo a través de la venta de los productos, la conserva y los encurtidos; y están sirviendo como mecanismos de mediación intercultural a través del cultivo de productos autóctonos junto a africanos y americanos.

«Huertas en clave de género», en la pedanía de la Torre, es un proyecto de agricultura ecológica y del mismo se benefician 14 usuarios, en su mayoría mujeres inmigrantes. Se cultivan productos de 16 países en pequeñas parcelas y se produce abono orgánico. Algunos de los productos que más éxito están teniendo son la patata criolla y el guandúl (un tipo de legumbre).

El proyecto L´Animeta de Quart de Poblet integra a 50 socios y 20 parcelas en unos terrenos donde en breve se desarrollará un PAI que les obligará a desplazarse. Reclaman al ayuntamiento un registro de tierras abandonadas y una normativa que permita la cesión del suelo sin uso.

En Paterna, Dones Africanes a l´Horta ha puesto en marcha un proyecto de huerta social en el que participan 20 mujeres. Aborda el cultivo de productos de forma cooperativa para el autoempleo y el autoconsumo y aspira incluso a poner un puesto en el mercado de Paterna.

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