El 16 de junio de 1976, l´Associació de Veïnes i Veïns del barri de Sant Marcel·lí, que ese es su nombre oficial, comenzó su singladura en el ámbito general de las luchas vecinales para conseguir un lugar mejor para vivir. Cuarenta años de trabajo altruista, que ha contado con la participación de decenas y decenas de vecinas y vecinos. Han sido cuatro décadas llenas de trabajo y esfuerzo que sería prolijo relatar, no obstante cabe señalar algunas de las muchas reivindicaciones y logros que a lo largo de estos 40 años ha ido consiguiendo la entidad vecinal. De un único acceso al barrio se ha pasado a contar ahora con seis, se ha conseguido la urbanización de las calles y plazas, el alcantarillado, el nuevo colegio Ramiro Jover, el Centro de Salud, nuevo alumbrado, el Parque de la Rambleta, el Polideportivo, el Centro Municipal de Servicios Sociales y de Mayores y el Centro Cultural Rambleta. Sin olvidar el acceso del AVE, único tramo de entrada a la ciudad soterrado. Pero si hay una lucha en la que los vecinos de Sant Marcel·lí quemaron sus naves esa fue la de su oposición a la construcción de un cementerio mayor y la instalación del crematorio de cadáveres en zona verde, en unos terrenos que en su día fueron adquiridos por varios patricios valencianos para instalar el mausoleo a Blasco Ibañez realizado por Mariano Benlliure que se encuentra en el Centro Cultural del Carmen y que la guerra y la posterior dictadura hicieron inviable su ubicación.

En cuanto al cementerio general en los años de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Valencia (PGOUV) se barajó el repartir los enterramiento entre el norte y el sur de la ciudad, pero «una mano negra» impidió que se hiciera realidad la citada propuesta, recayendo a partir de ese momento y durante los distintos gobiernos municipales todas las sucesivas ampliaciones sobre el Sur, el Sur irredento, al que nos condenó en opinión de diferentes analistas la riada de 1957, y el franquismo, con la consiguiente Solución Sur, también llamado Plan Sur. Convirtiéndose a partir de ese momento en un espacio urbano donde cabe todo lo que no quiere el resto de la ciudad; el cementerio, las depuradoras, los accesos ferroviarios, las cocheras de la EMT, Mercavalencia, el traslado de la playa de vías de la Estación del Norte a la Fuente Sant Lluís, la ZAL, entre otros equipamientos, que a nadie se le ocurrido que podrían ir al Norte.

Por otra parte señalar que la A.VV. ha sido creadora o impulsora de otros colectivos o entidades, dentro del barrio, como la sociedad Unió Musical l´Horta o el Club Esportiu a l´Abast. Además durante todos estos años ha participado en coordinadoras o plataformas tanto a nivel de barrio como de ciudad tales como la Plataforma Parque Central-Vías Soterradas o la Coordinadora por la Enseñanza Pública del Distrito de Jesús, entre otras.

Pero aunque se cumplen los 40 años, las actividades para celebrar la efemérides las hemos pospuesto para los meses de setiembre y octubre coincidiendo con las fiestas populares que también llegarán a su 40 edición, un evento que nada tiene que ver con fiestas patronales. Las actividades más destacadas consistirán en la organización de dos exposiciones y numerosas actividades. Las fiestas populares de septiembre recogerán este espíritu del 40 Aniversario y ya está en marcha la redacción de un libro.