«La Marina Real va a ser la plaza mayor del Marítimo», así lo auguró ayer el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la multitudinaria reapertura del edificio «Veles e Vents», a la que asistieron también el alcalde de Valencia, Joan Ribó, y el presidente ejecutivo de Heineken, Richar Weissend, quien destacó el orgullo por formar parte de un proyecto como el del Veles e Vents. Más de mil personas asistieron ayer a la fiesta de reapertura del edificio emblema de la marina real Juan Carlos I y obra del prestigioso arquitecto británico David Chipperfield.

El presidente Puig recordó que el «Veles e Vents» ha estado «infrautilizado durante años». «Es una infraestructura potente no siempre bien aprovechada» y manifestó su confianza en que se convertirá en «un elemento de dinamización de los poblados Marítimos». El presidente de la Generalitat destacó la importancia de las inversiones de las empresas valencianas y aseguró que la unión de Heineken y La Sucursal en el proyecto del Veles e Vents simboliza «el cambio del modelo productivo» y una «nueva etapa para la Comunitat».

El alcalde de Valencia por su parte destacó la apuesta del ayuntamiento por revitalizar la marina real. «Queremos que el Veles e Vents sea un foco de cultura y gastronómico». Para ello recordó es imprenscindible la implicación de todas las administraciones. «Hemos visto que se ha hecho en otras ciudades» que también acogieron grandes eventos por lo que «exigimos» el apoyo necesario para que Valencia tenga ese apoyo, destacó Ribó.

El presidente de Heineken por su parte auguró que el proyecto del «Veles e Vents» será un «exitazo» y recalcó la vinculación histórica de esta empresa con la ciudad, primero con una fábrica en el Cabanyal y ahora con la planta de Quart de Poblet. Javier Andrés (La Sucursal) destacó el esfuerzo, el talento y el talante de todo el equipo implicado en el proyeto.

El director general del Consorcio aseguró por su parte que se inica «una nueva etapa de apertura para la marina» y para la «recuperación del frente marítimo».