El Ayuntamiento de Valencia pactó ayer en una reunión «muy positiva» con las entidades vecinales de Russafa los usos que se le darán a las naves de Demetrio Ribes en el Parque Central. El consistorio asegura que se ha llegado a una solución «consensuada» con las seis asociaciones representadas, a las que explicó detalladamente las actividades y centros que se instalarán tanto en las naves como en los dos muelles.

Así, contarán con instalaciones deportivas (incluida una piscina), la Universitat Popular, una nave dedicada a usos culturales, otra para un centro de servicios sociales y Centro de Día para mayores, y los muelles acogerán «usos lucrativos» que permitirán la financiación del propio parque, es decir, desde pequeñas tiendas, pasando por cafeterías y guarderías o ludotecas.

«Teníamos un compromiso cono los vecinos y vecinas de avanzar en el Parque Central tomando decisiones de manera conjunta, y así lo hemos hecho», aseguró ayer el alcalde Joan Ribó, quien añadió que el diálogo «fluido» les ha permitido «llegar a consensos y, de esta manera, conseguimos que la ciudadanía pueda disfrutar, además del parque, de los usos dotacionales que tendrán las distintas naves que hasta ahora residían sobre la playa de vías que todavía parte Valencia».

En cuanto a los usos específicos, la nave 1, de 2.630 m2, se adscribirá a la delegación de Deportes para desarrollar un programa integral en el que se se incluirá una cancha polivalente, zona de aguas con piscina de la mayor dimensión compatible, tatami, sala de musculación, vestuarios y oficinas.

La nave 2, de 656 m2, será adscrita a la Universitat Popular, manteniendo en la medida de lo posible el doble nivel de su estructura y su configuración diáfana.

De la nave 3, de 426 m2, se hará cargo la delegación de Cultura, «propiciando la mayor flexibilidad de usos» y que incluirá un calendario periódico para la celebración de teatro, lectura en voz alta y actividades como Russafart, València Negra, Quinzena d´Amics del Ferrocarril o la Setmana Ciutadana.

La nave 4, de 949 m2, se destinará a la delegación de Desarrollo Humano para iniciar un programa de centro de día de integración socio-laboral para jóvenes, un centro municipal de servicios sociales y un centro para personas mayores.

En cuanto a los dos muelles, el número 3, de 1.032 m2, y que recae en la parte de Russafa, se adscribirá la gestión del propio Parque Central para que el ayuntamiento pueda concentrar concesiones lucrativas que aporten recursos al mantenimiento del propio parque y «permita garantizar que no se edificará». Podría albergar «instalaciones efímeras» de restauración tipo «street food», tiendas de formato reducido, quioscos, etc.

El muelle 4, de 1.608 m2, y que recae en la parte de Malilla, también será para la propia gestión del Parque Central, y contempla crear una zona infantil con cafeterías, restaurantes, ludotecas y guardería. En cuanto a la alquería de 187 m2, podría ser la sede administrativa y de gestión del propio parque. En la zona exterior, se instalarán aparatos de ejercicio biosaludable, pistas de petanca integradas en el entorno y hasta un circuito de correr.

Joan Ribó se mostró «seguro» de que el próximo gobierno «será sensible a las peticiones de los valencianos para acometer las obras que deben quitar a la consecución del gran Parque Central que Valencia viene reivindicando desde hace décadas, y que sólo ahora hemos visto poner en marcha».

La estación del AVE, clave

El alcalde aprovechó para recordar las inversiones pendientes del Gobierno central: «La estación sepultada del AVE es clave en el desarrollo de la zona, y así lo exigimos. Una infraestructura que, como lo resto de ciudades españolas, debe ser asumida miedo el gobierno central. Mientras tanto, los vecinos empiezan ya a ver cómo su Parque Central empezará a ser una realidad dentro de poco».