Dos años después del traslado de «Rómulo», uno de los ejemplares de rinoceronte blanco (Ceratotherium simum) de Bioparc de Valencia, al parque de las Castillo de las Guardas en Sevilla el animal ha logrado superar la estereotipia que padecía. «Rómulo» era el rinoceronte del antiguo zoo de Viveros, donde vivía en un reducido habitáculo del que apenas salía y que le provocó una estereotipia, es decir, un comportamiento repetitivo consistente en dar vueltas en círculo. Su traslado al Bioparc en 2007, donde disfrutaba de un amplio espacio para andar, con suelo de tierra, agua, vegetación y otros rinocerontes no hizo que el animal cambiase sus hábitos.

La visión del rinoceronte en su nuevo hábitat dando vueltas en círculo recordando el perímetro del cubículo donde vivió durante años era impactante. «Rómulo» ni siquiera cumplía con la función «enceladora» de otros machos que tienen los rinocerontes en libertad. Al contrario, según explicaron los responsables de Bioparc, el rinoceronte de Viveros inhibía a los otros machos del zoo. Ante esta situación, los responsables de Bioparc, tras varias terapias frustradas, decidieron trasladarlo a una especie de reserva natural en Sevilla.

Nueve años ha tardado el animal en superar el trauma del encierro en Viveros. Sus veterinarios del parque de Sevilla han confirmado a este diario que en el animal «ya no queda ningún rastro de la estereotipia». Sus cuidadores aseguran que Rómulo, que vive entre ciervos, jabalís y otros animales en estado de semilibertad, «está mucho mejor». Las imágenes a las que ha tenido acceso este diario de Rómulo en su retiro dorado del Castillo de las Guardas así lo muestran. Sus cuidadores sevillanos han trabajado con el animal para ayudarle a superar la costumbre de andar en círculo. «Rómulo está fantástico», aseguran los responsables de Bioparc que explican que este rinoceronte es «un buen ejemplo de que con buenos cuidados, es posible, a veces, revertir un padecimiento».

En cautividad

«Rómulo» es un ejemplar de rinoceronte adulto de 37 años. Nació en un zoo de Inglaterra desde el que se trasladó al viejo zoo de Viveros, donde vivió solitario durante 23 años en un recinto de escasas dimensiones y con suelo de cemento. Fue uno de los primeros ejemplares en ser trasladado en agosto de 2007 al nuevo y moderno Bioparc del Parque de Cabecera, un recinto zoológico «de inmersión» de nueva generación, sin jaulas ni rejas, que recrea el hábitat africano.

El nuevo hogar de «Rómulo» es una reserva natural dedicada hace más de 10 años a albergar animales en condiciones de semilibertad. Situada en la localidad de El Castillo de las Guardas, a 58 kilómetros de Sevilla, dispone de 230 hectáreas de una frondosa masa forestal. «Rómulo» convive allí con antílopes y disfruta de un amplio recinto exterior de aproximadamente 13.000 m2 con una charca natural donde puede bañarse y repleto de vegetación natural entre la que destacan los eucaliptos y pinos de gran altura.

El nuevo zoo de Valencia (Bioparc) es uno de los mejor valorados tanto por sus buenas condiciones para los animales como por sus programas de reproducción de especies protegidas, algunas en peligro de extinción.