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José Ramirez Ávalos

El amante del "Guerrero del Antifaz"

José Ramírez ha modernizado, a través de «Universo Cómics», el tebeo del héroe más espectacular de Valencia, Don Adolfo de Moncada, «El Guerrero del Antifaz» - La obra de Manuel Gago se hundió en el olvido y ahora ha sido adaptada con las ilustraciones de Miguel Quesada

El amante del "Guerrero del Antifaz"

Conocí a Manuel Gago en 1975, cuando con 9 años me presenté por sorpresa en Editorial Valenciana queriendo ser dibujante. La dirección iba en todos los tebeos de la casa, Calixto III 23, y fui un sábado por la mañana por motivos escolares. Ese día, justamente, los creadores entregaban el trabajo de la semana y tuve oportunidad de encontrar a Palop, Nin y muchos otros. Manuel Gago me dibujó en un santiamén un «Guerrero del Antifaz», su obra cumbre, el cómic más importante de la historia de España en muchos aspectos.

Gago murió el 29 de diciembre de 1980, y por primera vez un periódico español sacó en primera plana a un dibujante de tebeos. Fue Levante, que anunció la súbita desaparición del maestro, dejando inconclusa su obra maestra. Años después su hijo Manuel sacó una continuación para darle un final al «Guerrero». Emigraba a América en el barco de «Maese Carles Recio», gentileza del autor que me invitó a un cameo en la obra.

«El Guerrero» se hundió en el olvido. Fue uno de los personajes que la editorial registró como propios, y que, al contrario que «Bruguera», su gran competidora, ya nunca volvieron a ser publicados. Por ello hemos visto reediciones y hasta películas del «Capitán Trueno» y sus adláteres, pero jamás de los valencianos, excepto de José Sanchis y su «Pumby» a los que ayudé en sus reivindicaciones.

Manuel Gago dejó viuda y cinco hijos: María, Teresa, Manuel, Ana y Miguel. Empezó para ellos el calvario judicial de haber de reclamar la ingente obra gaguiana que comprendía centenares de personajes, desde «Purk el Hombre de Piedra» hasta «El Corsario sin Rostro». La larga batalla se saldó finalmente hace poco tiempo, reconociendo a los herederos la plena autoría de su padre, que coincidió con una gran reedición a color de la serie histórica.

Pero «El Guerrero del Antifaz» reclamaba más. Una historia como la suya requería una continuación y una modernización, igual que sucede con los cómics norteamericanos que van renovándose conforme pasa el tiempo. En este instante aparece José Ramirez Ávalos, el amante del «Guerrero del Antifaz».

El «Guerrero», prototipo de la hombría clásica, ha tenido muchos amantes. Paco Tadeo Juan, colaborador de este periódico, es uno de ellos. Otros son Antonio Domingo, Eduardo Salazaracha o Francisco Miranda, que han llegado a fundar una asociación y mantienen vivo el personaje en las redes sociales.

José Ramirez goza una diferencia esencial: es el hombre que ha conseguido que el «Guerrero», 36 años después de la muerte del autor, vuelva a los quioscos. En su benemérita editorial «Universo Cómics», que lleva adelante en compañía de su esposa Mari Carmen Lastres Poyatos, lo acaba de lanzar. Eligió para presentarlo Patraix, donde está la calle de Manuel Gago.

José Ramirez nació en 1973, no conoció el «Guerrero» clásico sino las «Nuevas Aventuras». Cayó fascinado por esta obra y la ha estado siguiendo durante años. De familia andaluza y arraigado en Castelló, ha trabajado en diversas esferas laborales, desde el campo hasta la hostelería, llegando a ser director en unos importantes almacenes comerciales. Sus grandes esfuerzos le pasaron factura en su salud, y estuvo seis meses convaleciente, llegando a superar una fibromialgia.

El obligado reposo lo devolvió plenamente a la literatura y los tebeos. Después de crear la revista «Área 51» presentó bajo su sello editorial las obras «Sherlock Holmes, el Hombre que no existía», con el genial dibujante Gustavo Rubio, y «Principito ¿debe morir?», de Carmen Moreno. Después le llegó la gran oportunidad de negociar con los herederos de Gago la «resurrección» del «Guerrero» y los personajes clásicos del cómic valenciano. Para ilustrar este mito ha recurrido a un maestro de la escuela de los Quesada, muy relacionada con los Gago, Miguel Quesada.

Javier tiene grandes planes. Reestructurar nuestro potencial artístico e imbricarlo en las redes internacionales, especialmente europeas. Quizás de esta manera en el resto del mundo se conozcan nuestros extraordinarios personajes de papel, e incluso puedan dar el salto a otros medios. Pero con dignidad y con calidad, no como aquella nefasta película donde se arruinó el nombre del «Capitán Trueno». Javier también piensa en lanzar líneas más fantásticas, acordes con los tiempos, donde las viejas figuras alcancen nuevas glorias.

Este regreso del caballero enmascarado debería tener un digno colofón. La Beneficencia o el Muvim deberían preparar una magna exposición sobre el «Guerrero del Antifaz» similar a la que se hizo sobre «Pumby» y tuve el honor de comisariar. Ya se propuso en su día, pero no se afrontó. Ahora sería el momento de que Valencia se plegara a su héroe más espectacular: Don Adolfo de Moncada, «El Guerrero del Antifaz».

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