El Oceanogràfic de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia cuenta con cinco nuevos ejemplares de pingüinos Juanito, unas crías con las que se estrena la segunda generación de esta especie porque sus padres también nacieron el acuario valenciano.

Cuatro de estos polluelos son fruto de dos parejas de pingüinos Juanito que en su día ya nacieron en el Oceanogràfic (Chopin y Flash así como Beethoven y Strauss), mientras el quinto polluelo es hijo de Bolo y Melibea, según fuentes del grupo Avanqua.

Los cinco ejemplares pueden verse en el pingüinario de la zona del Antártico, con el aliciente de poder observar cómo son cuidados y alimentados por sus propios padres.

Las crías aún no tienen nombres, ya que tienen que esperar todavía algunas semanas para que sea factible la extracción de sangre para sexarlos.

Una vez sepan el sexo de cada animal, se elegirá un nombre en función de una temática y así los cuidadores podrán saber por el nombre de qué época es.

En el pasado se han utilizado líneas temáticas como "los grandes de la música clásica", "superhéroes" o "Nombres desconocidos de los Simpsons", siendo este año la "El libro de la Selva".

La incubación de los huevos, de 500 gramos aproximadamente cada uno, suele durar de 36 a 41 días y tanto el macho como la hembra comparten la tarea de cuidar de ellos.

Construyen sus nidos con pequeñas rocas que colocan formando montículos sobre los que tendrá lugar la incubación y el macho acostumbra a regalar una de estas piedrecitas a la hembra durante la ceremonia de cortejo, para conseguir fecundarla.

Tras la eclosión del huevo, las crías son totalmente dependientes de los padres durante unos 70 días en los que son alimentados con pescado regurgitado al tiempo que cambian su plumón por pluma, para poder sumergirse en el agua y soportar sus bajas temperaturas.

Durante este periodo tendremos la ocasión de disfrutar de su presencia en el pingüinario del Oceanogràfic, según las fuentes, que añaden que sus piruetas acuáticas a más de 30 kilómetros por hora atraen la atención de niños y mayores a su paso por la instalación del Antártico.

Esta especie, Pygoscelis papua, es un ave no voladora cuya distribución geográfica se circunscribe únicamente al hemisferio Sur, desde el ecuador hasta la Antártida.

Se trata de aves gregarias que forman grandes colonias, sobre todo en época de cría, cuando las temperaturas son muy bajas. En grupo se protegen del frío y de los depredadores.

Sus puestas suelen ser de uno o dos huevos, que son incubados por ambos progenitores, que establecen turnos para abandonar la puesta para alimentarse.

Su alimentación se compone de krill, peces, crustáceos y, en menor medida, de cefalópodos y poliquetos que encuentran entre los 20 y los 200 metros de profundidad.