Desde la concejalía de Acción Cultural surgió la idea de reconvertir las bibliotecas de los barrios, dividirlas en 17 principales y 14 agencias de lectura que dependerían de las anteriores y daban una explicación kafkiana: «Las bibliotecas son un elemento fundamental para el acceso de las personas a la cultura y eso es lo más importante». Ofrecían unos datos estadísticos incidiendo que el 52% de la población desconoce su existencia.

Si este último dato fuera cierto, lo cual dudo, lo que se debe esperar de un gobierno progresista sería la ampliación de la red de bibliotecas, nunca el recorte en aquello que «es lo más importante». El alcalde Joan Ribó, anunció tras la presión vecinal, que retiraba ese plan. En Benimaclet disponemos «aun» de la Biblioteca Carola Reig, a su lado se encuentra la Universidad Popular y como ambos locales no son muy grandes, se aprobó un presupuesto de 937,395,06 euros para la ampliación de ambos locales, gracias a que en la misma calle y junto a ellos se encuentra un local municipal que anteriormente ocupaba la Policía Local.

Las obras deberían haber comenzado en mayo, ahora dicen que en octubre, deberán realizarse en este año y no tenemos información por parte de la concejalía, a la cual le hemos solicitado una reunión con carácter urgente, dado que una vez finalizada la obra, esta biblioteca pasaría a ser de más grandes de la ciudad y entonces no se entendería que fuera agencia de lectura.

Dos datos, la Biblioteca Carola Reig es una de las que más libros presta en toda la ciudad y en Benimaclet conviven más de 3.000 universitarios que muchos de ellos la utilizan. La educación y la cultura son servicios públicos básicos y un gobierno que se proclama progresista ni debe ni puede hacer recortes en aquellos servicios que siempre han prometido defender, no todo consiste en pedir al gobierno que baje el IVA cultural, hay que predicar con el ejemplo. En unas declaraciones efectuadas por Ribó : «es posible salir de las políticas de austeridad y de recortes que hemos vivido en las legislaturas pasadas, con una buena gestión económica», nos parecen justas las palabras, pero hay que ajustarlas a los hechos, no a la austeridad en las cosas del conocimiento.

Y como arma arrojadiza se intenta entregar la gestión a las asociaciones de vecinos, una brillante idea; si decimos que nos negamos porque entendemos que lo que hay que hacer es crear más puestos de trabajo en estos servicios, nos dirán que somos nosotros los que no queremos más educación y cultura y si aceptamos la gestión, seremos nosotros los que impedimos que se pueda contratar a mayor número de personas.

Los barrios, «todos», reivindicamos disponer de Bibliotecas en las mejores condiciones, no agencias de lectura y puntos de lectura y autobuses itinerantes de lectura, exigimos BIBLIOTECAS con mayúsculas.

Conocemos que el alcalde ha reconsiderado este tema, esperamos del Ayuntamiento la mayor sensibilidad educativa y cultural a un servicio público necesario para uno de los principios básicos de la educación, procurar que la CULTURA tambíén con mayúsculas llegue a todos los barrios, ya hemos sufrido bastantes años de oscurantismo cultural y no todo consiste en crear muchos festejos apoyando a la Hostelería, reivindicamos una mayor apuesta por todos los SERVICIOS PÚBLICOS, igualmente con mayúsculas y las Bibliotecas son un servico imprescindible.