El presidente de la plataforma HazteOir.org, Ignacio Arsuaga, ha entregado hoy 200.000 firmas en el Ayuntamiento de Valencia para reclamar al alcalde y a los portavoces políticos que no reprueben al arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, y que "se respete su libertad de expresión".

En declaraciones a los periodistas, Arsuaga ha lamentado que "ha habido un intento por parte de Valencia en Comú -la marca local de Podemos- de censurar una crítica a la ideología de género hacia la que la iglesia y el papa Francisco ya han expresado su oposición".

"Forma parte de la libertad de expresión

"Forma parte de la libertad de expresión, recogida en la Constitución, que un arzobispo pueda expresar esas críticas en público sin que por ello sea censurado", ha añadido.

Esta iniciativa surge, según ha explicado Arsuaga, "porque Compromís y el PSPV-PSOE intentaron hacer una declaración pública de condena en las Corts Valencianes. Entonces recogimos 60.000 firmas. El PSPV retiró esa proposición, pero Valencia en Comú anunció que iba a presentar esa misma moción en el Ayuntamiento".

"En todo el mundo casi 200.000 personas han firmado, creo que habrá habido pocas veces que el ayuntamiento haya recibido una petición similar. Esperamos que no se utilice una institución pública para condenar una declaración que es absolutamente legítima, que no tiene nada que ver con la homofobia", ha añadido.

Arsuaga ha dicho que cree en la libertad de expresión y que le parece legítimo que se critique a Cañizares, pero no que para ello "se utilice el Ayuntamiento de Valencia o las Corts, porque eso es una caza de brujas".

"El cardenal no ha expresado odio ni se ha saltado ninguna ley, y de hecho se ha archivado la denuncia presentada contra él. Esperamos que no se le condene, porque en caso contrario se estaría lanzando el mensaje de que determinadas personas no pueden lanzar algunos mensajes", ha agregado el presidente de HazteOir.org.

Según Arsuaga, "Cañizares criticó al lobby gay, que trata de imponer una ideología de género que considera destructiva. Nos podrá gustar o no, pero eso es libertad de expresión", ha añadido.

Las firmas se han recogido en internet y en las plataformas HazteOir y Citizengo y provienen de "ciudadanos católicos, musulmanes, judíos, protestantes y no creyentes" de "Australia, Japón, Estados Unidos, Polonia o Italia", entre otros países, ha explicado Ignacio Arsuaga.