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Los contrastes de la ciudad

Una rotonda que quería ser parque

Un pequeño tramo del jardín de Blasco Ibáñez es una de las mejoras muestras de la zona verde central El acceso es técnicamente imposible al carecer de pasos de peatones

Una rotonda que quería ser parque

El jardín central de la avenida Blasco Ibáñez es espectacular en muchos de sus tramos, sobre todo en la zona de las universidades, sin embargo pierde parte de su magia desde la avenida Aragón hasta la estación de tren del Cabanyal. En este tramo, sin embargo, encontramos una pequeña zona con mucho encanto en el encuentro con la calle José María Haro. La lástima es que alguien la concibió más como una rotonda de tráfico que como un parque y ni siquiera tiene acceso peatonal.

Cuatro grandes ficus presiden esta «rotonda» del parque de la zona central de Blasco Ibáñez. Además del precioso estado y vigor que presentan los árboles, un manto de césped verde decora todo el suelo, por lo que resulta envidiable el lugar para tumbarse bajo alguno de los frondosos ejemplares y disfrutar ahora en verano de su fabulosa sombra.

Pero es curioso que mientras la zona central del parque de Blasco Ibáñez está plagado de bancos para el descanso, este pequeño y singular espacio no cuenta con ninguno, lo que privará a más de un usuario de su disfrute. Lo más grave, sin embargo, es que esta zona verde es técnicamente una rotonda entre la avenida Blasco Ibáñez y la calle José María Haro, pese a que ni tiene forma como tal ni cumple con su teórica función.

El resultado es que la preciosa zona verde no tiene acceso peatonal, y eso que justo en frente tiene un colegio público, el Mare Nostrum, que convierte en inexplicable el motivo por el que, ni siquiera, tiene pintados unos pasos de peatones.

Este tramo de jardín es exactamente igual de ancho que los que le siguen en un sentido u otro, y pese a estar concebido como una especie de «isleta», los coches sí pueden aparcar en su perímetro, aunque se da la paradoja de que no pueden cruzar la avenida por ningún paso de peatones. La situación se reproduce exactamente igual en otra isleta situada unos 400 metros antes.

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