El elevado tráfico, la mala calidad de las zonas peatonalles y la «fractura» que suponen el paseo de la Petxina son, según el plan de protección del entorno del Jardín Botánico y las Torres de Quart, las principales debilidades de este ámbito donde se aboga por un plan global de ordenación del tráfico para mejorar la conexión del Botánico con el jardín del Turia. Así lo expusieron ayer los autores del plan durante el debate ciudadano sobre el mismo organizado en el Colegio Territorial de Arquitectos,cuyo presidente, Mariano Bolant, abogo en este sentido por «desplazar la salida del túnel unos metros» para liberar el entorno del jardín y la manzana de Jesuitas, futura zona de anexión al jardín. Esto, dijo Bolant, «supondría una mejorar sustancial».

El debate de ayer puso en evidencia el rechazo de los vecinos a la declaración de al menos 15 edificios del entorno de las Torres de Quart y el Jardín Botánico como fuera de ordenación sustantiva. Los propietarios afectados reprocharon al consistorio la falta de criterio a la hora de marcar los edificios afectados y les acusaron de «condenarnos en vida». El propio presidente del Colegio Territorial de Arquitectos, Mariano Bolant, abogó por una mayor flexibilidad del plan en relación a los edificios que exceden la volumetría o suponen una afección visual a los monumentos y que se dejan en el limbo urbanístico del fuera de ordenación sustantivo, una declaración que, dijo Bolant, «minusvalora y deprecia los edificios».

El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, y los técnicos que han redactado el plan, ahora en fase de alegaciones y pendiente de la aprobación de la Conselleria de Cultura, argumentaron que se han suavizado los criterios del fuera de ordenación, protegiendo gran parte de los edificios de la calle Turia (que el PGOU sentenciaba) y concretando el tipo de intervención que se podrá llevar a cabo, y que en todo caso se obece a las exigencias de la ley de Patrimonio cultural valenciano y a la mejor conservación del patrimonio histórico. Sarrià recalcó que el documento está en proceso de alegaciones y abierto a posibles modificaciones así como a una prorroga del plazo de exposición pública, que acaba el 12 de agosto, como piden los afectados.

Otras de las consideraciones previstas en el plan es la creación de una doble fachada en las fincas cuya trasera reca al jardín, que ofrecen una imagen heterogénea y en ocasiones degradada. La idea es impulsar un plan de rehabilitación con ayudas públicas para dignificar los cerramientos del jardín con una arquitectura que genere un fondo neutro.

Las edificaciones de nueva construcción en la calle Turia tendrán que retranquearse en relación al muro del Botánico para crear una zona de protección.