­Osazuwa Kenny Iduozee tiene 37 años y hace «varios» que llegó a España para proseguir sus estudios. Consiguió que le convalidarán en Cataluña el título de Bachiller conseguido en su Nigeria natal y decidió ampliar su formación con un módulo superior de Formación Profesional. Lo intentó en tierras catalanas y en Castelló, pero no tuvo suerte y decidió matricularse el año pasado en el Centro Público Integrado de Formación Profesional Misericordia, en el barrio de la Fontsanta. Sin embargo, Kenny tampoco ha logrado en Valencia mejorar su rendimiento académico, con cinco suspensos de las siete materias que estudia. Pero está convencido de que sus exámenes no se han corregido correctamente y tras varias reclamaciones, todas ellas atendidas por su centro y por Conselleria, el ciudadano nigeriano inició una huelga de hambre en la puerta de la sede de Educación, en la avenida Campanar, donde ya lleva 12 días y su estado de salud empeora con cada jornada que pasa a la intemperie.

A las 11 de la mañana el sol ya aprieta con fuerza en Valencia y por duodécimo día consecutivo Osazuwa Kenny Iduozee está acostado a la entrada de la sede de Conselleria de Educación. Duerme al raso y ha hecho un cartel en el que reclama que le atienda el subsecretario de la conselleria Josep Joan Vidal Borrás. Asegura que solo bebe agua y que no come nada desde hace días. Su voz apenas se escucha, mientras narra con dificultad su situación: «Me matriculé en el centro de Misericordia y estudio a distancia. Como sabes, en cada curso dispones de tres convocatorias y una extraordinaria, y me lo han suspendido todo. Y no es sólo un año, es año tras año, consecutivamente, cuatro años seguidos. Y yo comparo los exámenes con los libros y creo que tengo razón». Osazuwa Kenny Iduozee asegura que lleva 12 días en Conselleria esperando que le atienda el subsecretario y que nadie le ha dicho «nada». Sin embargo reconoce que hace un mes dos personas de Educación le entrevistaron y le remitieron de nuevo a su centro para volver a hacer los exámenes, pero que desde entonces no ha tenido más noticias «ni solución», pero no se moverá hasta que le den una.

Las audiencias de Conselleria

Desde Conselleria de Educación aseguran que a Osazuwa «se le ha asesorado y se le ha ayudado en todo lo que ha necesitado, tanto en su centro como en la propia sede de Conselleria. Además, en los últimos días ha sido atendido por los servicios sanitarios y los servicios sociales del Ayuntamiento de Valencia. En concreto el jueves acudió una unidad del Hospital Clínico que, tras comprobar su estado, le pidió que ingresara en el centro, pero el ciudadano nigeriano se negó. Ayer también acudió una unidad de mediación del servicio municipal de Bienestar Social, que tampoco logró que Osazuwa abandonara su huelga de hambre.

Desde Educación detallan todas las atenciones que le han prestado. Le han ayudado a preparar las reclamaciones, ya que Osazuwa se expresa con dificultad en castellano. Se han revisado sus exámenes parciales, los finales y los plazos de matriculación. Aún así, tiene pendiente la resolución de un recurso de la directora del centro en la que reclama la revisión de la nota de siete módulos, dos de los cuales los ha aprobado. «Desde Inspección se están elaborando los informes pertinentes», explican.

Detallan que el 7 de junio se reunió también con el Consell Escolar Valencià, y un día después en la propia Conselleria con el jefe de Inspección, la directora del Consell Escolar, un inspector territorial y una persona de Subsecretaría. EL 1 de julio también se reunió con el jefe de Inspección Educativa. Pese a todos los esfuerzos de Conselleria y atenciones prestadas, Osazuwa Kenny continúa sin estar de acuerdo y seguirá en huelga de hambre.