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La Bothéca

Oda culinaria a la mozzarella más artesanal

Ofrecen el queso en diversas formas además de una gran variedad de pastas, ensaladas, entrantes y postres

Oda culinaria a la mozzarella más artesanal

El número 53 de la calle Conde de Altea de Valencia es desde hace unos días un «laboratorio» del sabor, en el que la fórmula estrella tiene forma de mozzarella de búfala. La receta perfecta para conseguirla tiene a partes iguales una leche de búfala artesanal traída desde Italia y una historia familiar que impregna cada rincón del establecimiento.

La Bothéca (Italian Folk Food) es la materialización de un sueño, el de la productora Daria Botte, su prima, la actriz Silvia Delfino, y sus respectivos maridos, el director y productor Gianpiero Fontana y el cineasta Massimo Natale. Como explican Daria y Silvia, no estaban contentas con su vida en Roma, y «una tarde fantaseamos con salir fuera», con montar un negocio en el que todo girase en torno a la mozzarella de búfala. «Nuestra abuela durante la II Guerra Mundial sobrevivió produciendo mozzarella. Toda nuestra infancia está llena de historias que nos contaba de la de guerra, del hambre y de una historia de amor entre ella y un productor de mozzarella».

Dieron el paso, lo dejaron todo en Italia y se vinieron con sus hijos a Valencia para abrir La Bothéca, en la que ofrecen una amplia gama de la gastronomía italiana, siempre con la mozzarella de búfala como estrella. Ellos mismos la elaboran en su «laboratorio» con leche que compran a un productor pequeño de toda la vida de Battipaglia, cerca de Nápoles.

Este laboratorio es una sala, al lado de la cocina, en la que dan forma a la leche, bien a mano o con una máquina, según la receta. Cada día fabrican 10 ó 15 kilos de este queso a la vista de los clientes, puesto que tanto el «laboratorio» como la cocina están abiertos al salón.

La clave de su cocina es, como explican, la «sencillez» y el producto de calidad de temporada. «Cada día vamos al mercado de Russafa y compramos allí la verdura y la fruta», explica Daria.

Amplia carta

Así, proponen por ejemplo calabacín frito sazonado con vinagre de vino, crema de garbanzos con perfume de ajo morado y limón bio con focaccia; lasagna rellena de ragú de carne, mozzarella, bechamel y parmigiano reggiano madurado 30 meses, o macarrones con tomate, berenjena y mozzarella ahumada. Son sólo algunos platos de la amplia carta que cuenta con diferentes entrantes, platos de pasta de todo tipo, y postres como una deconstrucción de bizcocho con nata artesanal y melocotón, tiramisú, crumble, o cremas frías de limón, así como de café y chocolate. La mozzarella se puede degustar a solas, en rollo con jamón de york y rúcula, rellena de nata y stracciatella natural, con bonito del norte, con jamón ibérico y melón, y de otras diversas formas. Hay opciones vegetarianas y sin gluten. El establecimiento está abierto todos los días menos el lunes y el domingo por la tarde. Hay menú diario, con una degustación de 10,50 euros entre semana y 13 euros los fines de semana.

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