Nació en marzo de 2014 gracias a un proyecto de micromecenazgo y desde entonces se han vendido alrededor de 9.000 unidades de «La fallera calavera», un juego de cartas para todos los públicos protagonizado por personajes del folclore popular valenciano en versión zombi, que triunfa gracias al boca a boca.

La iniciativa, obra del alicantino Enric Aguilar, se ha ido retroalimentando, de forma que al juego inicial de cien cartas se ha sumado una expansión de 52 cartas más, una novela del mismo título y unas tazas de porcelana, mientras el Ayuntamiento de Valencia ha organizado un campeonato del juego durante la Fira de Julio que se celebrará mañana a las 19 horas en los Jardines del Palau.

Publicado en valenciano, el juego consiste en reunir cinco cartas con ingredientes para cocinar una paella y así calmar la ira de una fallera que, tras fallecer en una «mascletà» debido a un error de seguridad, vuelve a la vida convertida en zombie y con deseos de venganza.

En diciembre salió una expansión del juego que ha sumado personajes como Paquito el Chocolatero, Tomatina o El Caloret a un juego por el que ya desfilan Monleón o el Aeropuerto fantasma.