El Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad, con sede en el Convento de Santo Domingo de Valencia, ha defendido que tanto la administración del inventario como las tareas de mantenimiento del monumento valenciano están en regla en respuesta a las declaraciones del senador territorial de Compromís, Carles Mulet.

El político había criticado que la capilla de San Vicente Ferrer había sufrido «una agresión» al pintarse de nuevo «con purpurina sus dorados originales» y ser «arrancado el sagrario del altar mayor», un suceso al que se le añade la «desaparición» de una obra «sin que exista constancia de denuncia». Además, había señalado el «uso restringido» que se ha hecho del patrimonio.

La institución ha sostenido que, como Bien de Interés Cultural, el convento tiene todos sus bienes muebles inventariados y sujetos a las inspecciones establecidas. Asimismo, ha subrayado que los últimos meses se han efectuado tareas de mantenimiento con asesoramiento técnico, y no de restauración, en la Capilla de San Vicente Ferrer. También ha recalcado que se obedece el reglamento que dicta que debe existir un régimen de visitas públicas de, como mínimo, cuatro días al mes.