A punto de cumplirse nueve meses desde que se iniciaron las negociaciones entre la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) y el gobierno municipal y de que se creara la comisión Puerto-Ciudad para la reordenación de la frontera común, los acuerdos siguen sin plasmarse sobre el papel. Ayer se llevó a cabo una reunión de la citada comisión, a la que asistió el alcalde, Joan Ribó, de la que tampoco salió el acuerdo definitivo.

Tanto ayuntamiento como la autoridad portuaria insisten en que el acuerdo «está maduro», de hecho ambos se han marcado como plazo finales de julio para presentar una solución de consenso.

En este escenario, el puerto apremia para que empiecen a ponerse sobre plano los acuerdos hasta ahora verbales, entre ellos la cesión de una zona verde de casi 190.000 m2 de terrenos portuarios a la ciudad, una superficie mayor que el jardín de Viveros, subraya la APV. Ese parque integrará los antiguos terrenos de Moyresa y Benimar, donde ahora podría ubicarse la nueva ciudad deportiva del Levante UD, y que conectará con el Saler a través de un nuevo corredor verde que atravesará la ZAL.

Relación con los vecinos

El puerto, que esta misma semana mantuvo una reunión con los representantes vecinales para acercar posturas, está dispuesto a ceder parte del espacio ganado a la antigua desembocadura, sin embargo, no ve viable la idea de recuperar la desembocadura a cielo abierto, como proponen los vecinos de Natzaret, ni es proclive a ceder mucho espacio en la ZAL.

El puerto quiere que los acuerdos se materialicen en un nuevo plan especial que requiere una tramitación con periodos de exposición pública no inferiores a un año. Al puerto de Valencia, ahora con Aurelio Martínez al frente, le interesa dar una solución cuanto antes a la ordenación de su fachada urbana y hacerlo de manera consensuada con el ayuntamiento para allanarse así el camino en otro de sus frentes abiertos, la tramitación del nuevo plan especial de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del Puerto.

El Tribunal Supremo suspendió parcialmente la ZAL al no contar con el informe que exige la Ley de Costas. La zona logística, que se construyó sobre terrenos de huerta expropiados a los vecinos de la Punta, lleva años terminada y sin poder comercializarse. El borrador del nuevo plan especial de la ZAL se entregó hace un mes en la Conselleria de Infraestructuras, que ahora tendrá que tramitarlo y sacarlo a exposición pública.

En campaña electoral, Joan Ribó se comprometió a recuperar al menos la mitad de la ZAL para la ciudad, un compromiso que ahora ve inasumible.

Uno de los compromisos que sí tendrá que asumir el ayuntamiento y que el puerto le reclama, es la construcción del último tramo de colectores del viejo cauce para poner fin a la acumulación aguas fecales y residuales en la desembocadura que suscita continuas quejas de los vecinos. Existe un proyecto para hacer ese colector con un ramal en dirección a Pinedo.