Las obras de rehabilitación del monasterio de San Vicente de la Roqueta han permitido sacar a la luz la pequeña estatua de un monje sin cabeza fechada en el periodo medieval, entre los siglos XIII y XV. La pieza se encontraba entre el relleno que soporta todo el edificio y al parecer podría haber sito tirada allí cuando se hizo la obra nueva del siglo XVII, que arrasó todo lo construido hasta entonces. No se ha podido determinar, sin embargo, que la pieza sea alusiva al mártir, al que se dedicó el primitivo templo y cuyos restos podrían estar en el subsuelo de la Roqueta.

Desde el pasado otoño el Monasterio de San Vicente de la Roqueta, situado en la calle San Vicente, en las inmediaciones de la Plaza de España, está en proceso de rehabilitación. La intención, a falta de un uso definitivo para el edificio, es consolidar su estructura y salvarlo de la ruina en la que se encontraba desde hace tres décadas.

El proyecto también incluye una somera excavación superficial para comprobar si quedan restos del primitivo templo constantiniano y, lo más importante, si allí está enterrado el mártir, torturado hasta la muerte en el inicio del siglo IV.

Tirada como relleno

La previsión era excavar primero y consolidar después, pero el riesgo de derrumbe del edificio ha aconsejado invertir el orden. Así pues, ahora se está trabajando en la limpieza de muros y pilares y en la consolidación del edificio. Y bajo uno de esos muros, en la parte norte del edificio, la más próxima a la Parroquia de Cristo Rey, apareció el pasado lunes una figura de unos 80 centímetros de altura y sin cabeza, que parece representar, a juzgar por las vestimentas, a un monje.

Según explicó el jefe del servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Valencia, Albert Ribera, se trata de una figura de los siglos XIII al XV que podría pertenecer a una portada, un pórtico o un columnario y que fue abatida y utilizada como relleno en las obras del siglo XVII. De hecho, explicó Ribera, todo el edificio se asienta sobre relleno y de ahí la debilidad del conjunto.

Entre ese relleno también se han encontrado algunos capiteles de la época y ha llamado mucho la atención unos pequeños arcos- hornacinas sobre las ventanas superiores, en lo más alto de la fachada.

Lo que no ha sido posible averiguar hasta el momento es si la estatua representa a San Vicente Mártir, que es el icono que da sentido a todo el recinto. Por la túnica no se descarta que fuera así, pues se trataba de un diácono, pero Ribera cree que no será posible determinarlo con cierta seguridad si no aparece la cabeza.

Como ejemplo, explicó que la Puerta de los Apóstoles de la catedral tiene a los doce apóstoles a los que va dedicada.