Si en algo ha puesto especial hincapié el actual equipo de gobierno de la ciudad es en la defensa de la huerta. Ya hace más de un año, desde la oposición, se hizo un gran hincapié para que no prosperara el Plan General de Ordenación Urbana, decisión a la que contribuyó la presión ciudadana y de los diferentes colectivos. No hay más que recordar algunos datos para confirmar que desde la gestión se ha promovido esta defensa de forma tajante y contundente.
Hace meses, dentro de las actividades dominicales que fomentaban el uso de la Plaza del Ayuntamiento, se promovía un mercado de alimentos que pudiera ofrecer información y productos autóctonos al ciudadano, y el resultado fue una gran éxito en cuanto a afluencia de gente. Se daba por confirmada la principal premisa que la concejalía persigue para conseguir mejoras en el sector: la eliminación de intermediarios para tratar de conseguir un proceso más directo entre el productor y el consumidor. Lástima que esta actividad no se haya consolidado después del buen sabor de boca que nos dejó aquel domingo.
El Ayuntamiento también facilita, en otro orden de cosas, el impulso para que los jóvenes se animen al alquiler de parcelas de huertos urbanos, no solo con la intención de acercar este tipo de iniciativas sino de tratar de salvar un sector de cara al futuro dado el escaso interés de los jóvenes por el sector agrícola, tratando de acercarlo también al núcleo urbano.
Hace tan solo unos días, fue fundamental la presión para que finalmente no se pudiera celebrar el Festival Marenostrum en la zona de Els Peixets en Alboraia, negándose a facilitar una ampliación del transporte público desde la ciudad en las horas punta del evento por entender que las finalidades de los promotores no casaban con el manual de buenas prácticas de ocio que defiende el consistorio.
La intención suma y sigue. Desde hace un par de días, Valencia se convierte en la primera ciudad del país que crea una comisión con el objetivo de que defender y valorar la buena alimentación. Es el nuevo Consell Alimentari Municipal, que estará formado por miembros de la administración pero también por agentes externos expertos en el sector. Con ello pretende defenderse el producto autóctono y el uso de los pequeños mercados de barrio, otra de las claras intenciones de los gestores desde que empezara la legislatura.
Consol Castillo, titular de Agricultura, tiene claro que salvar la huerta pasa por controlar el proceso desde que se recoge el alimento hasta que se vende al consumidor, tratando de eliminar intermediarios. Interesante, en todo caso, que entre los miembros de este nuevo Consell esté presente la figura del distribuidor.
El anuncio de este nuevo organismo llega junto a otra noticia relacionada. El Plan de Acció Territorial de L´Horta pretende blindar el suelo en la zona de Faitanar contra los grandes proyectos de carácter privado.
Más de un año de legislatura permite empezar a hacer balance, y lo que queda claro es que la actividad en ciertas áreas contrasta con el enroque en otras, de las que todavía se esperan noticias. Bueno es, en todo caso, que algo tan nuestro como la huerta se defienda sin concesiones, y que todo este tipo de iniciativas sirvan tanto para los profesionales del sector como para los propios ciudadanos. Todo sea por una buena alimentación. Y nuestra.
