La Junta de Gobierno Local aprobó ayer la liquidación provisional de la deuda económica que tiene la antigua concesionaria de la gestión de Piscina Valencia, la sociedad OSVA, SA. El montante total alcanza los 900.000 euros, sin derecho de reversión del depósito de garantía.Así lo dió a conocer ayer la concejala de Deportes, Maite Girau, quien también recordó que el pasado 2014 se rescindió el contrato con la empresa por graves incumplimientos en el pago del canon y falta de pago en la actualización de la fianza que estaban obligados a depositar desde 2008.

La empresa estaba en concurso de acreedores y, a partir de ahí, se abrió un proceso de liquidación provisional de la deuda económica para determinar el montante concreto de la deuda con el Ayuntamiento y su reclamación. Según los datos de los técnicos de la Fundación Deportiva Municipal, la deuda estimada es de algo más de 900.000 euros, que corresponden a indemnizaciones por perjuicios, reparaciones necesarias, devoluciones a los usuarios por servicios no prestados (386.329 euros) y liquidación del canon (529.097 euros).

Los técnicos han valorado que no hay derecho de reversión para la empresa, es decir, que no puede reclamar por haber hecho inversiones, dado que no las ha habido.A partir de este momento, el procedimiento pasa por dar audiencia a la empresa, a través de su liquidador concursal, y al avalista (La Caixa), llevar a la Junta de Gobierno la liquidación y proceder a la reclamación de la deuda a través de los juzgados de lo mercantil. Tal como ha detallado Maite Girau, existe un depósito de garantía que realizó la sociedad, de 120.000 euros, del que el Ayuntamiento tomará posesión y requerirá el pago del resto, hasta los más de 900.000 euros determinados. La concejala subrayaba ayer que la concesión de un servicio público «implica una responsabilidad que no se ha cumplido».

Como se recordará, la junta de gobierno local aprobó hace dos semanas la nueva concesión a Demmero Group casi el mismo día que tenía que tapiar puertas y ventanas tras colarse varios adolescentes en sus instalaciones. Girau ordenó el tapiado para evitar posibles accidentes.