La Gran Fira de València llega a su recta final con dos de los actos más masivos, y, a la vez, de más reciente crecimiento. Porque si la Batalla de Flores es un acto que siempre ha tenido su público, pero que ahora se encuentra en fase de desborde, lo mismo sucede con el precio: la «punxà de la flor». A este acto le sucede lo que a otros dentro del calendario festivo en el que, además, mucho arte y parte tiene el colectivo fallero: se pone en valor, se pone de moda y se desborda. Y así, lo que hace unos días recordaba un artista fallero que era «una fiesta en la que se sacaban unas mesas a la calle» ahora es como una versión veraniega de la Gala Fallera. Su crecimiento en los últimos años „y seguramente, su desmesura- provoca que esta noche, los presentes en las calles de la Ciudad del Artista Fallero se cuenten por miles. Posiblemente, muchos más de los que habrá en el resto del año.

Así, el programa incluye una visita protocolaria a los talleres en los que se realizan algunas de las carrozas participantes en la Batalla „esas que, en la víspera, se recubren en parte de flor y que justifica lo que es el acto como tal„. Pero posteriormente se añade una cena popular en la calle y una verbena de la Orquesta Montecarlo (un auténtico icono en el mundo festivo). Un programa al que se suman de forma incondicional los miembros de la comunidad fallera „sobre todo una nutrida generación de, más que falleros, protagonistas de la fiesta en sus diferentes ámbitos„, pero también, por ejemplo, las preseleccionadas para la corte de honor (una nueva clase social dentro de la fiesta, que acaba por tener su papel en todo este entramado). La consecuencia es que en los últimos años el festejo se ha desbordado de asistencia y no parece que esto vaya a cambiar a corto plazo.

Llama la atención que a este fenómeno le falta tan sólo poner más en valor las protagonistas del evento, las carrozas. Algo que empieza a dar sus primeros pasos con la publicación de los bocetos de las mismas, pero a lo que le falta tener el protagonismo del que gozan, por ejemplo, los monumentos falleros o los ninots.

A esta fiesta se añadirán, seguro, otros no menos impenitentes, que son los que han conseguido los palcos que salen a la venta a las nueve de la mañana de hoy. De hecho, esa venta es la que pondrá de verdad en su sitio a la Batalla de Flores en lo que es su implantación. Y si el indudable crecimiento en expectación del mismo queda saciado con las 3.222 localidades que hay a la venta. La Batalla es un acto difícil de digerir si no se es participante del mismo: no se entiende simplemente mirando. La rápida venta de los 320 palcos que se adquirieron el pasado día 19 y, sobre todo, la sensación de insatisfacción que quedó siete días después deja en el aire la duda de si los 160 palco suplementario que salen hoy a la venta por el error informático van a cubrir de verdad toda la demanda para el festejo.

Las restricciones de tráfico arrancaron el viernes con el corte del paseo de la Alameda, desde el Pla del Real hasta la calle de Muñoz Seca, exceptuando la vía de servicio y la circulación por los puentes transversales. Hoy el corte se ampliará hasta el puente de Aragón, mientras que el domingo 31 se hará el corte total, incluyendo la circulación por el puente de las Flores a partir de las 16.00 horas, y del puente de la Exposición a partir de las 18.00 horas Desde el Centro de Gestión de Tráfico se ha recordado también que el domingo la Plaza del Ayuntamiento estará cerrada al tránsito rodado.