El servicio del Ciclo Integral del Agua ha instalado 200 nuevos dispositivos antiolor en los imbornales del centro histórico con el objetivo, en palabras del concejal Vicent Sarrià, de acabar con «un problema histórico» en el saneamiento de esta zona. Estas clapetas antiolor han sido colocadas en las pocetas de los imbornales y permiten reducir los malos olores así como «el acceso a la calle de plagas de insectos„ como las cucarachas„ y ratas».

El sistema consiste en la colocación de una clapeta independiente en la salida del imbornal al colector. Mientras impide la salida de olores y actúa como barreras de animales e insectos, se permite correctamente la evacuación de las aguas pluviales. Según señalaron desde este departamento, anteriormente se debía cambiar la totalidad del imbornal, ya que la clapeta formaba un conjunto con la poceta, «por lo que era un trabajo que podía durar tres o cuatro horas frente a la apenas media hora que cuesta colocar este sistema».

«Además del ahorro económico que supone, se caracteriza por la rapidez y menores molestias que la obra ocasiona», apuntan las mismas fuentes. Los trabajos se van a seguir prolongando por más calles de Ciutat Vella y se extenderá a aquellos puntos de la ciudad donde se han detectado problemas y el sistema sea aplicable.

Por el momento se han colocado en la Paz, Alfonso El Magnánimo, Marqués de Dos Aguas, Poeta Querol, Convento de Santa Clara, Paseo de Russafa, Ribera, Pintor Sorolla, María Cristina, Plaza del Mercado, Caballeros y la Lonja.