La asociación de vecinos Russafa Descansa exigió ayer una campaña municipal de inspección, cese de actividad y clausura de los apartamentos turísticos en fincas residenciales del barrio debido a los problemas que les ocasiona el turismo de bajo coste, según denunció la entidad.

La organización se planteó si el ayuntamiento está apostando por un tipo de turismo propio de los pisos para visitantes de corta estancia en fincas residenciales, algo que supone un modelo de barrio de elevado coste social e impacto ambiental negativo.

Russafa Descansa señaló que los tribunales han asumido que el ruido que llega a las viviendas vulnera el derecho a la inviolabilidad del domicilio, y se preguntó si se había trasladado las molestias de las calles del barrio al interior de las comunidades de vecinos. La corporación municipal, agregó, tiene la intención de rescatar el negocio privado de los apartamentos turísticos en fincas residenciales mientras no atiende a derechos básicos que la contaminación acústica transgrede.

El ayuntamiento, recriminó la agrupación vecinal, considera que las fincas residenciales con pisos turísticos son edificios normales, como sus clientes. Además, Russafa Descansa añadió que la asociación de propietarios de apartamentos turísticos ha declarado que estos vecinos molestan como podrían hacerlo otros.

Soluciones y temores

La asociación ha sugerido que, si el consistorio quiere avanzar hacia ciudades con barrios sostenibles que garanticen un equilibrio entre los usos residenciales y comerciales, se necesita una amplia campaña de inspección de la modalidad de alojamientos turísticos de corta estancia con el objetivo de terminar con estas actividades.

El comercio tradicional y de proximidad de Ruzafa, lamentó la agrupación, ha sido sustituido por la hostelería de la ciudad. Este hecho ha provocado que «bastantes vecinos» hayan comenzado a abandonar el barrio. Dedicar la zona a la hostelería ante la generalización de los pisos turísticos, añadió, hace cuestionarse si el comercio de barrio es capaz de subsistir únicamente con el negocio de los fines de semana.

Russafa Descansa ha insistido en que esta modalidad de turismo no puede considerarse un producto de calidad que fortalezca y revalorice la identidad de barrios históricos como el de Ruzafa, sino que esta práctica está contribuyendo a su banalización.