...    
Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Perfil

Sandra Gómez, de azote de Grau en el caso Nóos a lideresa socialista

Abogada penalista, ha trabajado en su mandato por acercar la Policía Local a la ciudadanía

Sandra Gómez. germán caballero

­La marcha de Joan Calabuig al Consell como delegado para la Unión Europea no ha hecho más que acelerar un escenario del que hace tiempo se hablaba entre las bambalinas de la política municipal: que Sandra Gómez (Valencia, 1985) estaba llamada a ser la nueva referencia del PSPV en la capital. No es en ningún caso una operación de rejuvenecimiento de la «marca» política, sino el ascenso natural de quien propició que el vicealcalde de Rita Barberá, Alfonso Grau, acabara sentándose en el banquillo por el caso Nóos, de quien se encargó de la campaña municipal de su partido y posteriormente cogió por los cuernos una concejalía tan importante como la de Seguridad Ciudadana.

Previsiblemente Gómez se postulará como futura secretaria general del PSPV de Valencia en el congreso que todavía no tiene una fecha marcada. Tendrá el reto de la remontada de un partido que pese a formar parte del Govern de la Nau, en las pasadas elecciones municipales acabó relegado al cuarto lugar. Su juventud, contundencia, experiencia y la visibilidad que le ha otorgado estar al frente de la Policía hacen que sea vista por propios y ajenos al PSPV como una apuesta de futuro. Ayer Calabuig decía sobre Gómez que es «una persona fundamental por su solvencia y capacidad para encabezar el grupo socialista en esta ciudad y aportar y destacar no por las polémicas si no por las cosas bien hechas, la capacidad de diálogo y de iniciativa en la ciudad».

Esta abogada penalista, criada en el barrio del Cabanyal y amante y participante de la Semana Santa Marinera, se afilió a los 18 años al partido„en tiempos de Zapatero„y fue presidenta del Consell Valencià de la Joventut. Licenciada en Derecho y ADE por la Universitat de València y master en Derecho Empresarial, no ha dejado de estudiar, y ha empleado el poco tiempo que le ha dejado su trabajo en el ayuntamiento para formarse en liderazgo para la gestión pública.

Precisamente, poco después de salir de la universidad y tras trabajar en dos bufetes, asumió la acusación del grupo municipal socialista en el caso Nóos y le impulsó como valor en alza. Fue como segunda en la lista a las municipales y ha trabajado por hacer de la Policía Local un cuerpo más cercano a los ciudadanos, incluso sacando un autobús del cuerpo en el Orgullo Gay que le ha supuesto una denuncia de la extrema derecha. Lejos de achantarse, contestó que la policía volvería a participar de esta jornada. También ha sabido propiciar titulares e instantáneas, como aquella en la que montada sobre las Harley policiales compradas por Barberá anunciaba que las iba a poner a la venta.

Compartir el artículo

stats