Rain Forest, la empresa que gestiona el Bioparc, se ha comprometido con el Ayuntamiento de Valencia a iniciar la rehabilitación de las alquerías del Camí del Pouet tras el requerimiento realizado por la delegación de Desarrollo Urbano. Tanto estos edificios protegidos como dos grandes parcelas ubicadas junto al centro zoológico, son desde 2001 una concesión municipal por un periodo de 50 años y a cambio de desarrollarlas y ponerlas en uso. Sin embargo, en todos estos años, Rain Forest no ha llevado a cabo estas obras, por lo que el concejal socialista Vicent Sarrià ha instado a la compañía a decidir si actuará sobre estos terrenos o si por el contrario se devuelven a la ciudad. Si fuera así, el titular de Urbanismo asegura que estas parcelas se dedicarán a la ampliación del parque de Cabecera.
A raíz de un requerimiento enviado por Desarrollo Urbano en el pasado mes de abril a Rain Forest, en el que se instaba a la empresa a subsanar las «patologías» observadas en las alquerías protegidas, la concesionaria ha pasado a la acción con una serie de medidas dirigidas a consolidar los edificios. Junto a la Policía Local se evacuó a las personas que habían ocupado una de las antiguas casas del Camí del Pouet, entre ellas la Alqueria del Rei, Bien de Relevancia Local. Se han tabicado los accesos y se ha limpiado la basura acumulada en el interior de las mismas. También se han consolidado las cubiertas, reparado desprendimientos y por último limpiando de maleza y enseres el exterior.
Locales de restauración
La iniciativa de Rain Forest no se ha quedado ahí, ya que la empresa ya ha encargado la redacción del proyecto de intervención arqueológica en la Alqueria del Rey y Casa Figuerols, antiguo Pouet de Campanar. Se hará cargo de este estudio previo a la futura rehabilitación del conjunto protegido el arquitecto Víctor Algarra. Los permisos para iniciar los trabajos también se han solicitado ya a conselleria.
Una vez finalice el estudio arqueológico, Rain Forest deberá iniciar la rehabilitación y adecuar las alquerías al uso previsto, es decir, a locales de restauración. La empresa atiende de esta manera el requerimiento presentado por el Ayuntamiento de Valencia en abril, y en el que se le advertía que de no iniciar las proyectos previstos en 2001, estaría incumpliendo los acuerdos.
El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, agradeció a Rain Forest esta intervención en el patrimonio, pero «urge» a la empresa a «acelerar los plazos para que cuanto antes sea rehabilitado y puesto en valor». Las exigencias de Sarrià no acaban ahí, y tras mantener dos reuniones con los responsables de Rain Forest, el regidor socialista está esperando una respuesta sobre los terrenos que tienen adscritos «porque queremos que, en primer lugar, cumplan el contrato, pero si no pueden hacerlo queremos llegar a un acuerdo para que estas parcelas se devueltas a la ciudad y poder ampliar el parque de Cabecera», explicó a este periódico. Hay que recordar que el Plan General de Ordenación Urbana reservaba hasta 320.000 metros cuadrados para un gran parque metropolitano.
A juicio del edil de Desarrollo Urbano, ésta sería la solución más sencilla para estos terrenos (de unos 30.000 metros cuadrados) situados junto al Bioparc para los cuales se han barajado los usos más dispares, desde un museo del fútbol hasta un «camping» urbano vinculado al agroturismo. El anterior equipo de gobierno del PP también tuvo «ocurrencias» como planear la esfera armilar o crear un centro de hípica.
Dentro del ámbito del Parque de Cabecera, cuya expropiación costó al ayuntamiento más de 30 millones de euros y supuso el desalojo de alquerías y huerta de Campanar en pleno uso, se incluyen unos terrenos Rain Forest tiene la concesión de uso.
El fuerte desembolso (55 millones de euros) que Rain Forest hizo en el Bioparc, un moderno zoo de inmersión que recrea los hábitats de África y que abrió sus puertas en febrero de 2008, y la crisis económica postergaron «sine die» el parque de atracciones previsto.
Parque FIFA o sobre osos panda
En 2010, el Ayuntamiento de Valencia tuvo que acudir en rescate del Bioparc y avalarlo para que los bancos le permitieran refinanciar una deuda de 45 millones de euros. Rain Forest ha descartado a corto plazo la ejecución del parque de atracciones, pero no parece dispuesta a renunciar a unos terrenos que no dejan de ser un activo.
La incorporación de estos terrenos al Parque de Cabecera encaja además, explica Sarrià, con la nueva filosofía del PGOU de no ocupar más zona de huerta y de proteger, en concreto, la partida de «d'Alt», y «ese triángulo de huerta de gran valor en Campanar».
El Ayuntamiento de Valencia adjudicó en noviembre de 2001 a Rain Forest una parcela de 130.000 metros cuadrados para construir y explotar durante 50 años un nuevo zoo (el Bioparc), un parque de atracciones y un aparcamiento de mil plazas. Para entonces, ya se había quedado por el camino la idea de reservar un espacio permanente en el Parque de Cabecera para la tradicional feria de atracciones.
La Generalitat en la etapa Zaplana lanzó la idea hacer allí un museo de la FIFA pero el proyecto no llegó a puerto. Rain Forest presentó en 2004 un proyecto básico para el parque de atracciones reconvirtiéndolo en una especie de parque acuático. En noviembre de 2005, el proyecto dio un giro hacia un parque temático ambientado en China con osos panda. En julio de 2006 Rain Forest anunció que instalaría en los terrenos sin uso una noria gigante. Ninguna propuesta ha cuajado.
