Al igual que en el entorno de las calles Serranos y Salvador, el proceso que en otoño se va a iniciar en el barrio del Carmen, se regulará mediante el reparto de tarjetas de residentes para que puedan acceder a las calles pacificadas. Es un paso intermedio hasta la colocación definitiva de las cámaras y el control de tráfico que se instalará en Ciutat Vella, cuyo coste se estima en unos 150.000 euros. Debido a la complejidad del sistema, es probable que su instalación no se realice antes de final de año y se prolongue a los primeros meses de 2017. Un sistema de cámaras reconocerá las matrículas de los vehículos que accederán a las zonas de residentes y aquel que no esté autorizado será multado automáticamente. j. b. r. valencia