Se llevará, sin duda, el título de obra del verano en su edición de 2016. Y una vez se ponga en marcha se sabrá si la modificación ha valido la pena. Lo cierto es que la actuación era una de las que, en cualquier análisis de problemas de la ciudad, se antojaba urgente: el cruce donde se unen las calles de Filipinas, Peris y Valero, la subida al «scalextric» de Giorgeta y Ausias March, el inicio de la salida de la ciudad por el sur, verá modificada su fisonomía con objeto de evitar los colapsos que se producen con cierta regularidad y, sobre todo, los accidentes, algunos de carácter mortal, que se han producido a lo largo de los años.

La obra forma parte del proyecto integral que cambiará la fisonomía de esta zona de la ciudad, donde confluyen, en cada cuadrante, el barrio de la Fuente de San Luis, Russafa, el futuro Parque Central y Malilla. Y consiste que en esa gran intersección, lo que es conocido como Plaza de Manuel Sanchis Guarner, pasará de ser hacerse giros de 90 grados a trazar una rotonda. Que, a su vez, se cruzará por el centro. Para entenderse, como la que ahora regula el tráfico en el cruce de Blasco Ibáñez, Cardenal Benlloch y Clariano.

Como Blasco Ibáñez-C. Benlloch

Es uno de los proyectos más esperados dentro de la concejalía de movilidad, cuyo titular, Giuseppe Grezzi, lo considera «una importante intervención en uno de los puntos con mayor intensidad de tráfico de la ciudad de València, pasará a tener una situación mucho más segura y mejor regulado para el tránsito de vehículos motorizados. Se completan los tramos desconectados de carril bici que se habían dejado colgados por el PP». Teniendo en cuenta la querencia del actual equipo de gobierno por las dos ruedas, era de esperar que estos vehículos también tuvieran prioridad en el proyecto. El carril-bici trazará un círculo exterior y conectará con toda la zona de Doctor Waksman y Malilla tanto con el que se está construyendo en la calle Filipinas. Así, habrá trazado en dirección al centro de la ciudad y enlazará con el de Peris y Valero, que llega al Jardín del Turia. También con esta reforma quedará regularizado el paso de peatones.

Este cruce ha sido, tradicionalmente, un punto negro en la trama urbana. El hecho de ser vías bastante rápidas y la disposición en ángulo recto, junto con unas mini-rotondas fácilmente saturables ha provocado bastantes accidentes, algunos de ellos mortales. El último de ellos, el pasado mes de mayo, cuando un motorista de 55 años falleció tras colisionar con un automóvil. Aunque especialmente dramático fue el de marzo de 2014, cuando un joven, también motorista, fue arrollado por un coche que giró indebidamente, al engañarle el GPS al conductor. La intención es que las obras estén finalizadas lo más rápidamente posible para que, de cara al inicio del curso escolar y el regreso de los ciudadanos que están fuera de la ciudad, se encuentren con este equipamiento ya finalizado.