Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Urbanismo

Sociópolis entra en punto muerto cuando sólo se ha construido un tercio de lo previsto

La última promoción de viviendas ha empezado a entregar las llaves y no hay ningún otro edificio con las obras en marcha

Los carteles de venta de parcelas han sustituido a los que anunciaban promociones años atrás. j. p.

Diez años después de su puesta en marcha y con apenas un tercio de sus edificios construidos, la macrourbanización Sociópolis, situada en la pedanía de la Torre, ha entrado en parada. Este verano se están entregando las llaves de la última promoción construida y no hay más en el horizonte. Uno de los edificios que había arrancado años atrás se ha quedado en los cimientos y varios carteles de promociones son ahora carteles de venta de la parcela. Y lo que es peor, los vecinos siguen quejándose del abandono del entorno y de la falta de servicios. Ni siquiera el edificio que debía construir la Generalitat Valenciana, concretamente el Instituto de la Vivienda, está en marcha seis años después de paralizarse las obras.

Concebida en el Bienal de 2003 y lanzada en 2006 con la adjudicación de las 18 promociones previstas, en Sociópolis se han construido media docena de edificios, un tercio de los previstos. Si la primera fue la de la Caixa, que a día de hoy es la más habitada, la última promoción terminada ha sido una vinculada a Futur habitat y Bankia, cuyas llaves se están entregando precisamente este verano.

Y no hay más en construcción. El resto de los 380.000 metros cuadrados de la urbanización, concebida para albergar unas 3.000 viviendas, la mayoría de protección pública, siguen vacíos esperando que la crisis pase y el sector de la construcción se reactive, cosa que por el momento no ha ocurrido.

Es más, las perspectivas no parecen buenas en ese sentido. Uno de los edificios que estaba en construcción junto a los huertos urbanos y el Consell Agrari ha sido abandonado con los cimientos y el socavón del garaje ya terminados. Ahora son los matorrales los que ocupan el puesto de las máquinas.

Y en varias promociones más se han colocados carteles de venta de la parcela, prueba inequívoca de que sus propietarios, constructoras y promotoras valencianas en su mayoría, han abandonado su idea de trabajar allí.

Los residentes, desesperados

Entre tanto, los residentes aumentan sus quejas. No son muchos, pues aunque las primeras promociones tienen un nivel de ocupación aceptable, las últimas están a menos de la mitad. Pero exigen los mismos servicios que cualquier otro ciudadano de la Torre. Con esa idea compraron o alquilaron sus pisos, dicen, y a ello se acogen.

Según comentaron a Levante-EMV, tres son los problemas principales con los que chocan cada día. El primero es el del ajardinamiento y mantenimiento de la urbanización, la mayor parte de la cual está «abandonada y cerrada con vallas metálicas que ni siquiera dejar caminar libremente hasta el pueblo». En algunos casos, tienen que dar un gran rodeo, comentan.

El otro es la limpieza. Algunos solares pegados a los edificios se han convertido en un basurero, aunque este periódico pudo comprobar también que los equipos de limpieza municipales trabajan en todo el entorno urbanizado para mantenerlo limpio.

Y el tercero es la falta de servicios. El camión de la basura recoge los contenedores que cada edificio guarda en el interior del mismo, pero piden a gritos una línea de autobús. Tras una recogida de firmas con ese objetivo, en la actualidad «hay negociaciones con el ayuntamiento» para que una línea de la EMT llegue a la urbanización, una solución que esperan con urgencia. «Yo tardo media hora en ir al autobús y luego una hora en llegar al trabajo», comentaba una de las vecinas mientras cogía su coche para desplazarse a Valencia.

Sociópolis ha sido uno de los proyectos más ambiciosos de Valencia de los últimos años en lo que a residencia se refiere. La idea era crear un amplio espacio con jardines y huertos urbanos que marcara las diferencias respecto al resto de complejos residenciales de la ciudad. Se trataba de un ciudad abierta y asequible, con gran parte de sus 3.000 viviendas enfocadas a la protección pública.

El proyecto, sin embargo, ha sido un fiasco hasta el momento, al topar casi desde el comienzo con la crisis de la construcción, que sigue viva a día de hoy y que no tiene visos de llegar a esta zona de la Torre.

Compartir el artículo

stats