Valentín Gimeno, un jinete de tan solo 17 años del Club El Recatí del Perellonet, se coronó ayer por primera vez, y en su segunda participación, como campeón de las Corregudes de Joies de Pinedo, la tradicional carrera de caballos que se celebra en la playa de la Conca de la Creu. A pelo, sin espolear ni fustigar al animal, Valentín llevó a Azuzena hasta la victoria. Su premio un «joia», es decir, un pañuelo que durante los últimos 200 años sirve para premiar a los cabalgan tan solo por honor. No existe recompensa en metálico, tan solo es un desafío entre las gentes de los Pobles del Sud de la ciudad.

Valentín, hermano gemelo de otro de los participantes, superó en las carreras de exhibición Brais y Lucía López, la primera de las dos chicas que participaron en Pinedo. Pero la gran ovación se la llevó el pequeño Marco Antonio, de edad «oficial» 14 años (aunque aparentaba menos), un morenito que voló sobre la playa de Pinedo.

Lo verdaderamente importante de las Corregudes de Joies es que se han consolidado como uno de los grandes atractivos del verano. En Pinedo ayer se congregaron más de 3.000 personas, y durante los tres días de exhibición fácilmente se ha llegado a las diez mil. Sin duda, la edición más multitudinaria de los últimos años.

Petición a las autoridades

El presidente de la asociación que organizan las Corregudes, Francisco Sáez, dicharachero comentarista de la exhibición, recordó al gran número de autoridades presentes (la alcaldesa accidental Sandra Gómez, y los ediles Carlos Galiana, Pilar Soriano, Isabel Lozano, Alfonso Grau y Fernando Giner) que está en sus manos la protección de la fiesta. Hace dos años solicitaron y llevaron al Pleno la declaración de interés turístico o Bien de Interés Cultural, pero a fecha de hoy la Generalitat Valenciana continúa sin pronunciarse. Sería un buen compromiso de todos los grupos políticos reafirmar esta petición y demostrar que vale la pena proteger una tradición sana, noble y preciosa con varios siglos de historia.