Los grupos políticos que componen el equipo de gobierno municipal volverán a la actividad después de vacaciones con una conversación pendiente. La salida del socialista Joan Calabuig de la corporación ha hecho que corra la lista de esta formación y que se produzca una autoreasignación de áreas en el grupo, algo que no ha gustado a Compromís, socio mayoritario del tripartito, que cree que esa decisión debería haber sido comunicada y debatida entre todos. El alcalde, Joan Ribó, ha asegurado a este periódico que «ningún grupo debe temer por sus competencias», pero apeló al «clima de diálogo» que ha habido hasta ahora.

La salida de Calabuig, ahora representante de la Generalitat Valenciana ante Bruselas, ha hecho que su número dos, Sandra Gómez, deje la Concejalía de Protección Ciudadana y ocupe sus cargos: primer teniente de alcalde, portavoz del gobierno municipal y responsable de las áreas de Economía, Turismo, Empleo y Personas Mayores.

Al mismo tiempo, entra en la corporación la número 6 de la lista socialista, la hasta ahora directora general del Instituto de la Mujer, Anaïs Menguzzato, que se ocupará de la Concejalía de Protección Ciudadana.

Pero claro, eso es lo que ha dispuesto el Grupo Socialista, un relevo de personas manteniendo intactos los cargos. Y esa decisión, anunciada desde el minuto 1 después de la salida de Calabuig, no ha gustado a sus socios de gobierno. En Compromís creen que ha habido «precipitación» y consideran «necesaria una puesta en común entre los tres partidos que gobiernan».

Es más, dirigentes de esta formación han propuesto cambios en algunas carteras como la de Turismo y Empleo, que ahora tienen los socialistas. También se ha sugerido el traslado del servicio de la grúa a un gran ente de movilidad que gestionaría la delegación de Giuseppe Grezzi.

El argumentario

Para defender sus posiciones, ambos partidos tienen argumentos. Para la portavoz socialista, Sandra Gómez, el Pacto de la Nau, que permitió la formación del nuevo equipo de Gobierno, establecía claramente las áreas que ocuparía cada una de las tres formaciones, independientemente de quienes fueran las personas que luego se hicieran cargo de las mismas. Ahora, por tanto, se mantienen las carteras y es el Partido Socialista el que, de manera interna, decide cómo se reasignan, dice.

Por su parte, en Compromís recuerdan que es el alcalde, en este caso su líder, Joan Ribó, el que delega las funciones de gobierno, lo que significa que cualquier cambio en ese sentido al menos debería haber sido consultado a sus socios.

El propio Joan Ribó ha explicado a Levante-EMV que desde su formación siempre «han mostrado generosidad en el reparto de las concejalías entre los grupos municipales», por lo que «los grupos que forman parte del equipo de Gobierno no deben temer por sus competencias, aunque a lo largo del mandato se pueda realizar algún ajuste puntual para mejorar el funcionamiento del equipo».

Ahora bien, el alcalde apela a la responsabilidad de todos para mantener la estabilidad del gobierno y cree conveniente continuar «con el clima de diálogo que habíamos propiciado hasta ahora y que las decisiones que afecten al gobierno municipal sean convenientemente expuestas ante los socios de Gobierno».

Con las posiciones medianamente claras, los tres partidos políticos „el tercero es València en Comú„ se fueron de vacaciones y será a la vuelta, seguramente esta misma semana, cuando se produzca esa reunión pendiente y se aclare la situación.