Valencia está considerada como una de las cincuenta mejores ciudades del mundo por su sostenibilidad y la calidad de vida que gozan sus habitantes, según el índice «Cities in Motion» 2016 (CIM), un ranking elaborado por la la Universidad de Navarra a través del IESE Business School, y que sitúa en lo más alto de su lista a Nueva York entre 181 urbes de todo el planeta. El «cap i casal» destaca por los servicios urbanos que ofrece (ocupa la posición número 16 del mundo) y medio ambiente (21), mientras que debe mejorar claramente en la gestión tributaria (106) y la economía (95).

El índice Cities in Motion establece, a través de 77 indicadores, una visión de la situación de las principales urbes en función a variables cuantitativas con datos objetivos y subjetivos. Los agrupa en diez 10 dimensiones claves, cuya puntuación por separado se suma para obtener la calificación final de cada ciudad. Estos parámetros son economía, capital humano, cohesión social, medio ambiente, gestión pública, gobernanza, planificación urbana, proyección internacional, tecnología, movilidad y transporte.

Este indicador que permite «medir sostenibilidad hacia el futuro de las principales ciudades del mundo, al igual que la calidad de vida de sus habitantes», según el IESE Business School, valora muy positivamente lo que ellos denominan como «planificación urbana» de Valencia. El «cap i casal» logra la posición 16 del mundo gracias al elevado número de habitantes con acceso a instalaciones sanitarias; además no tiene problemas de hacinamiento en los hogares; cuenta con un elevado porcentaje de usuarios de la bicicleta „lo que se relaciona con ciudades inteligentes„; tiene en cuenta el gran número de profesiones liberales, como arquitectos o abogados; y por último valora el elevado número de congresistas que recibe la urbe. Copenhague manda en esta clasificación, precisamente una de las ciudades «espejo» a las que se mira el Govern de la Nau.

Otra dimensión en la que Valencia saca buena nota es la de medio ambiente, con la 21ª posición mundial. Las emisiones de CO2, las emisiones de metano, el índice de polución, entre otros indicadores, configuran esta variable que Zurich y Helsinki lideran por sus bajos niveles de contaminación.

En cambio, la gestión pública es el parámetro que más lastra la nota de Valencia en el ranking global Cities in Motion. Se refiere a cuestiones como la tasa tributaria total, las tasas impositivas sobre las ventas, reservas monetarias, el peso diplomático de la urbe (número de embajadas y consulados, entre otras. Washington lidera la lista mundial y Valencia está en el puesto 106?

Tampoco sale muy bien parada Valencia en el análisis económico, ya que ocupa la posición 95º. Esta dimensión incluye aquellos aspectos relacionados con el desarrollo económico, indicadores como el PIB, la productividad laboral, facilidades para comenzar un negocio y emprendedores, entre otros. Nueva York, capital financiera mundial, obtiene las mejores puntuaciones.

En proyección internacional el «cap i casal» también flojea, ya que se coloca en la posición 69 del mundo. «Cities in Motion» tiene en cuenta indicadores como el número de turistas internacionales, número de eventos, sightsmaps (fotografías geolocalizadas extraídas de internet), número de hoteles, etc. París sigue comandando la tabla como en años anteriores.

En cuanto a las otras dimensiones que determinan el ranking de Valencia en Cities in Motion, el «cap i casal» logra situarse en la mayoría en torno a las cincuenta mejores urbes del mundo. En gobernanza logra la posición 42, en tecnología la posición 52, en cohesión social también el puesto 52, en capital humano el 57º y en movilidad el 47º.

Valencia la superan Madrid (33ª) y Barcelona (34ª) en el lista elaborada por el IESE Business School de Navarra, y respecto al año pasado el «cap i casal» ni mejora ni pierde posiciones. Algunos expertos señalan si los ciudadanos recuperan la confianza en los gestores públicos así como la percepción sobre la corrupción, es probable que los próximos años ascienda posiciones en el ranking.