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Nostalgias varias

Nostalgias varias

Esta semana he vuelto a ver E.T., sí, la ponían en uno de esos canales de pelis para el recuerdo y la volví a ver. Unido a ese sabor de final del mes de agosto, te entra como una nostalgia rara. Los veranos están bien, pero como diría aquel, ya no se hacen veranos como los de antes. Encima nos sacan la serie «Stranger Things», plagada de referencias que como cuchillas afiladas iban directamente a la parte de la médula que conecta con la adolescencia.

Ha tenido sus fans y sus detractores, como todas, pero más que sobre la receta «tocafibra» me hizo reflexionar sobre la nostalgia. No es tan mala, te deja ese regusto, te hace sacar ese suspiro que sube desde la planta de los pies, pero te reafirma en que tienes algo bueno que recordar.

Y no lo digo como consuelo, que también, pero en serio que me alegra poder tener esos momentos acumulados y que de repente aparezcan sin avisar. Es señal de que se vive y este verano he intentando ampliar la colección de suspiros futuros. Al fin y al cabo es eso lo que te llevas, lo que puedes llevar encima, los buenos momentos y las personas que te rodean. Lástima que el mes de agosto dure igual que los demás, pero así es.

Encima con el verano tan bueno que hemos tenido, sin agobios, sin excesivo calor, sin gobierno€ Y tan ricamente. Menos mal que hemos estado más preocupados de si la temperatura del agua era la ideal o si el mojito estaba en su punto de dulzor y no de la cantidad de sandeces que se han dicho en tan poco tiempo.

Los debates, no se si es impresión mía, se basaban en echar todos la culpa a Sánchez de tener que ir a votar en Navidad, en justificar lo injustificable por parte de Rivera de su elección, según él, entre lo malo y menos malo. Mientras tanto el cuarto en discordia, Iglesias, a lo suyo, pensando para sus adentros «Virgencita que me quede como estoy». Lo dicho, un aburrimiento.

No he oído hablar de cómo está el país y cómo se supone que debe estar, ni uno reconoce sus fallos y plantea sus rectificaciones ni los otros hablan de alternativa seria. Para resolver la situación sólo se habla de la propia situación. Por momentos daban ganas de decirles «eso ya me lo se, eso ya lo he oído».

Si esperan que con esos debates en la próximas e inevitables elecciones la gente cambie su voto a favor de alguno de ellos creo que equivocan la estrategia. De cara a la nueva cita electoral el que votó PP ya lo hizo asumiendo todo lo que hay así que lo volverá a hacer, el que votó PSOE ha visto que por lo menos se ha mantenido firme en su no es no, los de Ciudadanos supongo que se quedarán en casa porque nunca sabrán dónde acaba su voto y los de Podemos, lo dicho, intentando no moverse mucho para no cagarla. Y todo esto con unos presidentes de mesa perdiéndose la comida de Navidad.

Supongo que si se pudiera habría hasta voluntarios. La excusa perfecta para no aguantar cuñados y similares. El resto seguiremos viviendo, que es de lo que se trata, nos seguiremos escandalizando y esperaremos que en algún momento les entre a todos el sentido común, dejen de mirarse el ombligo, salgan a la calle y comiencen a mirar por el ombligo de los demás. Vaya, ya en septiembre y sigo con esta nostalgia pegada.

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