La rehabilitación del Palacio del Temple, sede de la Delegación del Gobierno en la Comunitat , ha entrado en la recta final y concluirán en abril o mayo de 2017. La intervención, calificada de «minimalista» por sus responsables, ha permitido mejorar la funcionalidad e instalar climatización en todo el edificio. Destaca asimismo el nuevo edificio de cuatro alturas construido en el patio del palacio la última planta del cual se reservará para futura vivienda del delegado de Gobierno, una vez descartado el sobreelevado para tal fin en el palacio. El resto de plantas se destinarán a servicios, entre ellos, el de Sanidad Exterior, ubicado actualmente en el puerto de Valencia.

En esta patio aparecieron en marzo de 2013 restos de la muralla islámica, la barbacana y dos torreones del recinto fortificado del siglo XII y se recuperaron pinturas murales de época islámica pertenecientes al conjunto de casas que hubo antes de la construcción del monasterio del Temple. Los restos arqueológicos se integrarán en el sótano del nuevo edificio y serán visitables, según explicó ayer el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues tras la visita que realizó a las obras del Temple.

Moragues hizo alusión a las vicisitudes de las obras, retomadas hace un año tras dos de parón por la aparición de restos arqueológicos „que obligaron a modificar el proyecto„ y por las reticencias del ayuntamiento de Valencia a la nueva edificabilidad prevista en el antiguo monasterio de estilo neoclásico, declarado Bien de Interés Cultural. Las obras, con una inversión de diez millones, se encuentran ya al 75% de ejecución y «permitirán recuperar una joya arquitectónica», afirmó Juan Carlos Moragues.

La visita, sin embargo, no ha estado exenta de polémica. La diputada socialista y exdelegada del Gobierno Ana Botella ha denunciado que las obras han destruido la sala de Plenos del Palacio del Temple, que fue construida en el siglo XIX, cuyo lugar lo ocupan ahora «despachos y baños».

La Delegación del Gobierno ha respondido, por su parte, que el proyecto lo aprobaron los socialistas y que esa sala, en la que antes iban los ascensores, ha sido devuelta pieza por pieza a la Diputación de Valencia, su propietaria.