La Diputación de Valencia no tiene previsto restaurar el mobiliario de salón de plenos del siglo XIX del Palacio del Temple, actual sede de la Delegación del Gobierno. Las fuentes de la diputación consultadas admitieron que el salón de plenos es propiedad de la Diputación y que se hicieron cargo del mismo tras su desmantelamiento durante las obras de remodelación del Temple. «No vamos a destinar recursos a restaurar un mobiliario que no tiene encaje» en la sede de la Diputación, cuyo salón de plenos, de estilo moderno y funcional, fue renovado hace unos años.

El desmontaje y traslado del salón de plenos fue denunciado el jueves por la diputada socialista Ana Botella quien censuró la reforma que se ha llevado a cabo el palacio del Temple, declarado Bien de Interés Cultural. Las fuentes de la Diputación por su parte informaron ayer de que el salón se encuentra depositado en los almacenes de la institución.

Los técnicos de Patrimonio Cultural y del Museo de Etnografía de la institución provincial, cuyo patrimonio está disperso en varios edificios de la ciudad, antes de su propiedad, se desplazaron al palacio del Temple para examinar las piezas cuando la Delegación notificó en 2015, tras reanudarse las obras de restauración, su intención de desmontar el salón de plenos para reconvertir este espacio en despachos. Los técnicos, según fuentes de la Diputación, descartaron el valor artístico y etnológico del conjunto, formado por bancadas, tribuna presidencial y varios tapices, si bien dado su interés histórico la institución decidió hacerse cargo del mobiliario. La Diputación reprochó ayer al delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, que «desmontara y descontextualizara el salón de plenos en vez de hacerse cargo de su restauración».