Un grupo de okupas impidió ayer a los responsables de la sociedad Plan Cabanyal acceder a una vivienda de propiedad municipal ubicada en el número 138 de la calle Barraca para que los arquitectos pudieran hacer mediciones previas a la redacción del proyecto de rehabilitación para uso residencial del inmueble. Se trata de uno de los diez edificios de propiedad municipal que la sociedad Plan Cabanyal tiene previsto restaurar a través del Programa de Fomento de la Regeneración y Renovación Urbana del Plan Estatal de Vivienda, que supondrá una inyección de 13 millones de euros de inversión pública y privada en este castigado barrio del Marítimo.

La resistencia de los okupas y grupos antisistema instalados desde hace años en el Cabanyal a la revitalización del barrio con el argumento de que se trata de un proceso de gentrificación se ha convertido en un problema para vecinos, empresarios y para el propio ayuntamiento. La sociedad Plan Cabanyal confía en que los jueces actúen con órdenes de desalojo policial para evitar el bloqueo a los planes de rehabilitación del barrio.

La aprobación del convenio que regula las subvenciones para rehabilitar el barrio ha suscitado un gran interés en el barrio. Ayer, último día para acogerse a las ayudas, el registro de entrada de solicitudes, ubicado en la calle de la Reina, se vio colapsado durante gran parte de la mañana. Una situación ante la cual, Plan Cabanyal ha decidido abrir un nuevo periodo de solicitud de ayudas que durará hasta el 30 de septiembre.

En la primera convocatoria se han recibido un centenar de solicitudes, diez de ellas para edificios unifamiliares de nueva construcción y el resto para rehabilitación. Plan Cabanyal calcula que a través de este programa de financiación público-privada se podrán rehabilitar casi 400 viviendas. Inicialmente estaban previstas 250, si bien el importe medio de las subvenciones solicitadas es inferior al esperado (alrededor de 6.000 euros) y podrán beneficiarse más personas.