La rehabilitación de la histórica Alquería de Julià, situada en el popular barrio de Nou Moles, ha echado a andar. Una empresa de jardinería trabaja estos días en el desbroce, limpieza y saneado del jardín de este edificio declarado Bien de Interés Cultural que Bankia, su propietaria, reconvertirá en Casa de la Música y sede de la federación de Sociedades Musicales. En el interior del edificio se han realizado ya catas arqueológicas y se han empezado a derribas algunos falsos techos y elementos impropios para sacar a la luz la estructura original de este edificio del siglo XVII y estilo tardo-herreriano donde destaca su jardín, uno de los pocos huertos históricos valencianos que se conservan, aunque muy transformado.

El proyecto prevé la recuperación del jardín y su trama original y la construcción en el subsuelo del mismo de un auditorio.

La empresa de jardinería ultima la limpieza y saneado del jardín, muy deteriorado tras décadas de abandono. Los operarios han talado varios ailantos, una especie invasora, que habían proliferado en el jardín. La palmera de gran porte que hay en el jardín y que estaba afectada por el picudo se ha saneado y fumigado para intentar recuperarla.

El jardín de la alquería Julià tenía un laberinto y una glorieta alrededor de la cual se disponían setos cuadrangulares. Tras el jardín existía una terraza, y a continuación un huerto con un camino central bordeado de emparrados y en la zona más alejada de la vivienda un pinar resto de la gran pinada Moyá de Campanar. Del jardín histórico, que llegó a tener un embarcadero se conservan algunos elementos. Bankia se ha comprometido a recuperar la trama y composición del jardín histórico.

La Alquería Julià, se puede considerar como uno de los escasos ejemplares conservados de alquería valenciana del siglo XVII. Consta de planta baja y destaca su portada y su torre de dos alturas. El edificio está rematado con pirámides y bolas.

En el interior del edificio hay un zaguán con arco rebajado en el centro. Las habitaciones de la planta baja están cubiertas con vigas de madera. En esta planta había un zócalo de azulejos de finales del siglo XVII. Las distintas dependencias de la planta superior conservan las decoración de los techos a base de molduras geométricas y conchas en las esquinas. Cabe destacar una de las estancias cubierta con un esgrafiado con motivos vegetales y fantásticos, uno de los pocos ejemplos que se conservan en interiores y buena muestra del florecimiento de esta técnica en la Valencia de finales del siglo XVII.

Dos años de trabajo

La rehabilitación de la Alquería Julià tiene un plazo de ejecución de dos años. La entidad bancaria destinará invertirá casi dos millones de euros en la recuperación de este patrimonio histórico. La alquería, declarada Bien de Interés Cultural, saldrá así y tras las presiones de la concejalía de Urbanismo que dirige el socialista Vicent Sarrià del estado ruinoso y de abandono en el que se encontraba y se convertirá en un nuevo referente cultural para Nou Moles.

La entidad financiera asegura que el proyecto de la Alquería Julià, Casa de la Música tiene, por tanto, dos objetivos: por un lado, el de recuperar el patrimonio arquitectónico de este singular edificio y, por otro, apoyar la actividad de las bandas de música y la rica tradición musical valenciana.