La Concejalía de Hacienda se reunirá en los próximos días con representantes del comercio valenciano para tratar de llegar a un acuerdo sobre el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que el año pasado subió entre un 30 y un 40 por ciento a los establecimientos comerciales cuyo valor catastral superara los 250.000 euros, más de 5.000 en toda la ciudad. La idea del concejal Ramón Vilar, en cumplimiento también de «un compromiso» del anterior portavoz socialista, Joan Calabuig, es elevar el listón de los 250.000 euros a los 500.000 y de esa manera salvar de la subida a más de la mitad de los afectados, los más pequeños. La cifra final podría quedarse en 2.000 explicó Vilar.

Con la llegada del nuevo equipo de Gobierno al Ayuntamiento de Valencia, el Impuesto de Bienes Inmuebles, que había subido un 10% en 2012 y que fue congelado después, volvió a quedarse igual para el conjunto de los ciudadanos, los que pagan por su vivienda, y se incrementó a los establecimientos comerciales (tiendas, grandes superficies, estadios, teatros etc.) cuyos locales tuvieran un valor catastral superior a los 250.000 euros. Concretamente, se subió el 10% ese valor catastral y además se elevó el tipo al máximo posible, 1,10, lo que supuso, en términos globales, un incremento de entre el 30 y el 40 por ciento en los recibos.

Protestas y rectificación

Tal medida provocó fuertes protestas de los comerciantes y entonces el ayuntamiento inició una ronda de conversaciones con los afectados para estudiar sus casos. Se pensó, por ejemplo, en liberar a las tiendas de muebles (pequeños negocios con mucha superficie) o a los teatros, que ya sufren el IVA cultural. Y se barajó la posibilidad global de incrementar el listón a 300.000 euros e incluso a 500.000. De hecho, Vilar asegura que existe un compromiso en ese sentido del anterior coordinador de economía, su compañero del PSPV Joan Calabuig.

Así pues, para las nuevas ordenanzas fiscales, que podrían aprobarse en el pleno de este mes, se introducirá alguna rectificación. Según Vilar, el IBI global seguirá congelado y para los establecimientos se propondrá al equipo de Gobierno que el listón suba de 250.000 a 500.000 euros, lo que significa que quedarían exentos de la subida del año pasado más de la mitad de los afectados. Si antes eran más de 5.000, ahora estarían en torno a los 2.000, dijo el concejal.

Con esta medida el Ayuntamiento de Valencia dejará de ingresar alrededor de medio millón de euros, pero la previsión es que el montante global, superior a los 200 millones, se incremente este año en «tres o cuatro millones». «No es que vayamos a subir los impuestos a la gente —recalcó Vilar—, es que la inspección que hemos puesto en marcha está funcionando bien y están aflorando muchas irregularidades».

Estas medidas serán debatidas en los próximos días con las asociaciones de comerciantes —el día 12 tiene previsto reunirse con Cecoval— y luego se hará la propuesta definitiva. Para los teatros Vilar dijo tener problemas, puesto que tienen la misma calificación que las discotecas, por ejemplo, pero aseguró que se está intentando una manera de diferenciarlos.

La propuesta debe pasar el filtro de todos los socios

La propuesta del socialista Ramón Vilar tendrá que ser debatida y aprobada en el seno del equipo de Gobierno y todo parece indicar que al menos en Compromís hay discrepancias. La posición del alcalde, Joan Ribó, es contraria a rebajar, al menos notablemente, el listón del IBI a los grandes comercios, aunque uno de sus concejales, Carlos Galiana, que es el responsable de esta área, sí sería partidario de una mejora. La reunión de hoy en El Saler, a la que acuden los tres socios, podría ser una primera toma de contacto en ese sentido.