El concejal del Ciclo Integral del Agua, Vicent Sarrià, hizo ayer un llamamiento a vecinos y empresas de fabricación de productos sanitarios para tomar medidas para atajar la práctica „prohibida por la ordenanza municipal de Saneamiento y sancionada con hasta 3.000 euros„ de tirar toallitas higiénicas usadas por el inodoro. Lo hizo coincidiendo con el inicio de los trabajos de reparación de la estación de bombeo de aguas residuales de la calle Gascó Oliag, atascada por la gran cantidad de residuos „especialmente toallitas higiénicas, pero también bastoncillos de los oídos o productos de higiene femenina„ acumulados. Los trabajos, tal como avanzó este diario, durarán cinco días y es previsible que comporten malos olores por el atasco producido por la gran cantidad de residuos acumulados.

La operación de mantenimiento y limpieza tiene como objetivo evitar que con las posibles lluvias de otoño se colapse y se produzcan inundaciones. El ayuntamiento presentó el pasado 5 de junio, coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, una campaña informativa para los ciudadanos contra el vertido de toallitas higiénicas al inodoro, ya que ninguna de ellas es biodegradable con carácter inmediato. Además se ha iniciado una campaña específica dirigida a los centros educativos de la ciudad.

Es necesario que la población se conciencie sobre el «grave problema medioambiental que ocasiona tirar toallitas higiénicas al inodoro», destacó Sarrià, quien pidió también «la colaboración de los fabricantes para que refuercen la indicación en los envases de la prohibición de verter toallitas al váter».