La decisión del Ayuntamiento de Valencia de subir del 0,8% al 1,1% el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los comercios con un valor superior a los 250.000 euros afecta solo al 4% de los locales de la ciudad. Al menos así se desprende de los datos a los que ha tenido acceso Levante-EMV, y que arrojan que el 96% de los negocios ha mantenido el IBI congelado. El número de espacios de uso comercial que pagan la tasa del 0´8% asciende a 30.613, mientras que aquellos que abonan el 1´1% son 1.409. La contribución de los más de 30.000 establecimientos de un valor catastral menor supone la mitad del montante global que recauda el consistorio en concepto de IBI al sector comercial. La otra mitad la aportan el 4% restante, con un valor catastral superior. De esos 1.409 grandes locales, 1.104 facturan como mínimo un millón de euros anualmente, y otros 142 no han mantenido ninguna actividad en 2016, pero sí facturaron más de 1 millón de euros en 2013, 2014 y 2015. Un 88% de éstos suele albergar grandes negocios, la mayoría de las veces pertenecientes a cadenas comerciales.

Las cifras vienen a demostrar cómo la mayoría de los comercios de la ciudad „ pequeños y de proximidad„, continúa contribuyendo de una manera más modesta que grandes empresas de distribución, o de venta de textiles o centros comerciales.

Los datos se han obtenido al cruzar aquellas empresas que por su facturación pagan el Impuesto de Actividades Económicas „ IAE„, con las referencias catastrales de los locales donde se ejerce la actividad comercial. Solamente están sujetos al pago del IAE las grandes empresas que facturan más de 1 millón de euros, uno de los argumentos del Govern de la Nau a la hora de abordar la congelación de los impuestos a los pequeños comercios, mientras que se actualizaban a grandes empresas en la línea de grandes ciudades como Barcelona, Madrid Sevilla, Bilbao, Málaga o Zaragoza. Como se recordará, el valor catastral queda determinado por los metros cuadrados del inmueble, unido a su localización, de manera que no contribuye de igual manera uno situado en el centro de una ciudad que en su periferia.

Las nuevas ordenanzas fiscales „ que podrían aprobarse en el pleno de este mismo mes„ se intuyen como un probable punto de fricción con el PSPV, que aboga por introducir modificaciones en el IBI. El concejal socialista Ramón Vilar ha dejado caer en varias ocasiones que propondrá al equipo de gobierno subir el listón de 250.000 a 500.000 euros tras las quejas de asociaciones de comerciantes. Además, desde la Concejalía de Hacienda „ en manos socialistas„ se insiste en rebajar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los locales ligados a la Cultura con la creación de unas subvenciones para compensar el IBI de librerías, galerías comerciales y teatros. Medidas que quieren aplicar también al comercio histórico, muy desprotegido y perjudicado en los años del PP. Algo en lo que deben ponerse de acuerdo los tres socios de gobierno „ Compromís, PSPV y València en Comú„.