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Entrevista

Antonio Casanova: "Si Casa Caridad cerrase habría un problema de orden público"

«Esta institución necesita un presidente ejecutivo y una gestión profesional porque es como una empresa»

Antonio Casanova: "Si Casa Caridad cerrase habría un problema de orden público"

El economista Antonio Casanova deja Casa Caridad pero no se jubila y en mente tiene impulsar un foro cívico para dar visibilidad a la Comunitat. «Valencia es como una aldea en Madrid». Habla con pasión y ya cierta nostalgia de sus 16 años al frente de Casa Caridad, un periodo en el que ha modernizado la institución y aumentado exponencialmente el número de socios, rozando los 4.000.

Ha pasado lo peor de la crisis. ¿Por qué se va ahora?

Hace unos años propuse a la comisión ejecutiva de Casa Caridad limitar a diez años el mandato y a 70 años la edad del presidente y me tumbaron la propuesta, pero yo tengo que ser consecuente. Acabo de cumplir 70 años y es el momento de irme. Anuncié que cuando pusiéramos en marcha el centro social de Benicalap daría por finiquitado mi ciclo y así lo voy a hacer. El recurso de Benicalap ha sido pionero hasta tal punto que es el único proyecto valenciano de nivel valenciano que se ha presentado en Madrid en tres años.

Deja una institución profesionalizada y adaptada a los nuevos tiempos, ¿está garantizado su futuro?

Futuro?... A mí me gustaría que no existiera, que no fuera necesaria, pero es una utopía. Cierre los ojos y piense que pasaría si mañana cerrase Casa Caridad. Organizamos un problema de orden público. En abril de 2009, recuerdo, un momento álgido de la crisis, a mediodía en el comedor de la Petxina repartimos 564 raciones de alimentos, no dábamos abasto, cogí el teléfono y llamé a Rita Barberá, le dije que no podíamos más que pensara en montar una carpa en la plaza del ayuntamiento. Ella, con quien tengo amistad desde los 14 años pero que tiene mucho genio, me dijo que si tenía que abrir el comedor a las 11 lo hiciera y doblara turnos pero que no dejara a nadie sin comer.

¿Le parece un buen relevo el abogado Luis Miralles?

Casa Caridad debe tener un presidente ejecutivo porque somos como una empresa. Cuando yo llegué había un comedor social y un albergue. Ahora tenemos 75 empleados directos, 30 de servicios externalizados, 300 voluntarios y más de 400.000 atenciones al año. Hay tres albergues, cuatro comedores sociales y 200 niños escolarizados. La maquinaria de Casa Caridad tiene que estar muy bien engrasada. Tenemos un presupuesto de cinco millones de euros al año, que es mucho dinero.Creo que hay cantera y capacidad humana.(Luis) Miralles lleva 20 años en la casa, la conoce muy bien y ha sido responsable de trabajo social que es una de las tres patas de la institución. Yo creo que sería un buen presidente

¿Cómo han sido las relaciones con los distintos gobiernos?

La obligación del presidente de Casa Caridad es entenderse con todos. Somos una institución centenaria que ha estado con Alfonso XII, con la República, con Franco y con la democracia. El libro de honores de Casa Caridad lo encabeza la firma del rey pero también lo firma Vicente Blasco Ibáñez, que era republicano. Somos una institución del pueblo valenciano y no nos identificamos políticamente con nadie. Ahora tenemos buenas relaciones con el alcalde, Joan Ribó, y con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Somos una institución que se nutre en un 80% de las cuotas de los socios y de la iniciativa privada, de las herencias y donaciones. El otro 20% nos lo dan las instituciones públicas, la Generalitat „que este año nos ha bajado la subvención„ y el ayuntamiento y sobre todo el Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales que nos da el 0,7. Gracias a ese sistema de financiación hemos podido aguantar 110 años siendo una institución independiente, para serlo hay que tener músculo y no depender de los demás y nosotros somos rabiosamente independientes.

¿Se puede hacer negocio con la pobreza de la gente?

Mira lo que pasó con Rafael Blasco [el ex conseller condenado por el caso Cooperación]. La gente es como es, pero yo creo que hay más gente buena que gente mala. Es como la corrupción política. Es difícil juzgar a la mayoría por cuatro desaprensivos. Por eso nosotros todos los puestos de responsabilidad de la comisión ejecutiva son altruistas, nadie cobra un duro.

Casa Caridad es indicador de la situación socioeconómica del país ¿Como está el panorama?

La situación ha mejorado, lees el periódico y ves que se venden más automóviles, que se piden más hipotecas, que aumenta el consumo de electricidad. El país está mejor aunque no la producción industrial. Hay muchos recursos, como el Banco de Alimentos, que desaparecerán porque no están profesionalizados y eso ha fomentado la picaresca.El ayuntamiento lo ha hecho bien al cerrar el Banco de Alimentos porque se ha dejado asesorar por los profesionales. Durante la crisis se han ido muchos inmigrantes y por primera vez hemos atendido a más españoles que extranjeros.

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