Vecinos de Ciutat Vella y colectivos en defensa del patrimonio histórico se mostraron ayer partidarios de abrir un proceso participativo para decidir el futuro de la plaza de l'Almoina. Tal como avanzó ayer este diario, los informes técnicos recabados por la Concejalía de Cultura que dirige Gloria Tello concluyen que para solucionar las deficiencias estructurales y las filtraciones de agua de la plaza arqueológica, inaugurada hace una década y en la cual se invirtieron seis millones de euros, la mejor solución sería levantarla y hacerla de nuevo.

El presidente del Círculo por la Defensa del Patrimonio, César Guardeño, aseguró que la idea de hacer una nueva plaza no le parece viable económicamente y considera más prioritario el rescate de las alquerías ruinosas. Guardeño apuntó que «lo mejor sería que fuera una plaza arqueológica al aire libre, colocar pasarelas para que la gente pueda visitarla, como han hecho en ciudades como Tarragona».

Guardeño aseguró que l'Almoina (rebautizada en 2006 como plaza de Junio Bruto) es un espacio con «mucho potencial» y debería ser uno de los mejores museos de la ciudad. Sin embargo, el centro arqueológico, donde se muestran restos de época romana, islámica y visigoda, no termina de consolidarse. De hecho, el Síndic de Greuges ha amonestado recientemente al ayuntamiento por la falta de mantenimiento de los audiovisuales del centro arqueológico, muchos de los cuales están fuera de servicio.

Guardeño instó a Tello a aclarar cuánto dinero se está gastando el ayuntamiento en reparar y sellar las juntas del lucernario que provocan filtraciones a las ruinas arqueológicas.

«Es una plaza mal hecha desde el principio», destacó ayer Guardeño quien emplazó a Tello a pedir informes a los servicios jurídicos municipales para determinar si es posible reclamar compensaciones económicas a la empresa que ejecutó la obra (Rover Alcisa) por defecto de obra.

Los problemas de desperfectos y filtraciones en la plaza se arrastran de la anterior legislatura. El ayuntamiento ya negoció con la constructora para que llevase a cabo reparaciones en la estructura, que presentaba desprendimientos y desplazamientos de baldosas, grietas y filtraciones en numerosos puntos. Las reparaciones efectuadas no han sido suficientes y los desperfectos afloran continuamente. A los problemas estructurales de la plaza de l'Almoina, uno de los proyectos estrella de la anterior alcaldesa, Rita Barberá, se suma la suciedad y falta de mantenimiento de este espacio, cuyos muros presentan pintadas y manchas producidas por orines, así como acumulación de basura.