«Ser joven no está reñido con apoyar y defender los símbolos y las tradiciones valencianas. No sé si hay que llamarlos mayoría silenciosa o igual no se han dado cuenta. No sé si mi nombramiento servirá para eso, pero lo asumo con mucho orgullo porque es lo que me han transmitido mis padres». Así justificaba ayer Noelia Durbán Martín a Levante-EMV el hecho más sobresaliente de su nombramiento como Regina dels Jocs Florals. Porque, a falta de la «demanà» del próximo sábado, Noelia destacaba por su edad, 21 años, que si bien no rompe records, sí que se sale del estereotipo del cargo, normalmente asociado a personas de más edad. La entidad cultural hizo oficial ayer su nombre y así sucederá en el cargo a Bettina Vöhringer, quien a su vez pasó a la historia por ser la primera persona extranjera en sentarse en la «Cadira d'Or».

Es el suyo un rostro conocido en el mundo festivo. «He sido fallera toda la vida. Fui fallera mayor e infantil de Conserva-Berenguer Mallol y mi hermano fue presidente infantil». Llegó a ser preseleccionada para la corte de honor de 2015 y hace poco cruzó la avenida para pasar a la comisión, valga la redundancia, de Lo Rat Penat (la Islas Canarias-Lo Rat Penat de toda la vida). «También tengo mucha vinculación con el Altar de Russafa: he sido reina mayor e infantil» y participó un par de años en los miracles. «Mis abuelos eran de un pueblo, Torrijas, que es el mismo que el de la esposa de Vicente Cerezo. Y todos los años me preguntaba la edad para saber si ya me tocaba ser reina». También a raíz de esa vinculación «he participado en la representación de los "Misteris" del Corpus. en el papel de Eva».

El nombramiento de «regina» se hace a propuesta del presidente, que la junta directiva acepta. «No sé por qué Enric Esteve se ha fijado en mi. Algún día le sacaré quien le sugirió mi nombre».

Llega su reinado en un periodo de relaciones no muy buenas entre el ayuntamiento y Lo Rat. Casi volcánicas. «Una de las cosas que queremos es que en la "demanà" estén representadas todas las fiestas. E invitamos a todas las instituciones porque defender la cultura tiene que ser algo apolítico».

El apellido de Noelia se relaciona con un conocido tostadero de café. «Pero no somos nosotros. Son una familia lejana». Su familia se asocia con la firma Pinturas Montó. «Yo estoy estudiando comercio internacional». Este cargo tiene su particular corte, que no se «de honor», sino «de amor». «Son todas amigas de mi entorno, también relacionadas con las fallas o el mundo vicentino». También con presencia de gente joven Cristina Olmos, Vanesa Barrios, Olga Senach, Cloty Mifsut Susana Gavilá y Barbara Verdejo, estas dos últimas antiguas componentes de la corte de honor de las falleras mayores de Valencia y Torrent, respectivamente.

Para el día grande, dentro de unos meses, lo tiene claro: «es el único traje que me haré porque tengo muchos y no hace falta más. Iré de Siglo XVIII con un moño».