Los vecinos de Russafa, hartos de las molestias que causan los bares y restaurantes, han denunciado también el problema que se ha generado en el barrio con la proliferación de apartamentos turísticos. Según el colectivo Russafa Descansa, en esta zona de Valencia se alquilan unos 450 pisos turísticos o alojamientos de corta estancia, repartidos, dicen, entre más de trescientas fincas. Creen que a este ritmo, en poco tiempo «una de cada tres fincas residenciales» estará en esta situación.

El problema de los apartamentos turísticos se desató en Ciutat Vella, donde los vecinos han denunciado la ilegalidad y las molestias de muchos de estos alojamientos, y se ha extendido al Cabanyal y Russafa. Hasta ahora no había sido, sin embargo, el eje de las críticas de este último barrio, más preocupado por la proliferación de establecimientos de hostelería, que en la actualidad son alrededor de 350 (50 más que en 2014) con 250 terrazas. Pero la situación se ha tornado también complicada en este sentido.

«El barrio de Russafa —dicen— ya se encuentra saturado de apartamentos turísticos en fincas residenciales». «En la actualidad unos 450 pisos turísticos se alquilan para el alojamiento de corta estancia en más de 300 edificios y pronto una de cada tres fincas tendrá algún piso turístico en su comunidad de vecinos», indican.

Una página para denunciar

Para obtener estos datos, la plataforma ha acudido a los principales portales de internet que anuncian alojamientos de corta estancia. Y para seguir incidiendo en el problema, se ha habilitado una página web en la que los particulares pueden comunicar la existencia de estos apartamentos y así completar el mapa de la saturación.

Por lo proto, Russafa Descansa reclama una efectiva campaña municipal de inspección, cese de actividad y clausura de los pisos turísticos ilegales en bloques y fincas residenciales.

«¿Es éste el modelo de turismo de bajo coste, propio de los pisos para turistas de corta estancia, por el que apuesta el actual gobierno municipal? ¿Es éste el modelo de barrio por el que vuelve a apostar otro gobierno municipal en el barrio de Russafa y en los barrios históricos de la ciudad de Valencia?», se pregunta el colectivo.

Todo ello contribuye, advierten, a «promocionar una nueva declaración de Zona Acústicamente Saturada (ZAS) al no establecer este consistorio medidas correctivas de alcance, al margen de la manifiesta desprotección de derechos básicos y reconocidos como fundamentales».

Para tratar de buscar soluciones, hoy se ha convocado en Russafa una cumbre vecinal de los barrios históricos de Valencia. Y ayer ya hubo un encuentro con el concejal de Participación, Jordi Peris, al que reprocharon la poca atención que han tenido y el hecho de que no se esté aplicando la ley ni se defienda a los vecinos de la ciudad.